LA INGESTA PEDAGÓGICA/DIDÁCTICA
Cansados de tantas convocatorias estériles a los padres de familia,
hartos de la indiferencia de la comunidad educativa, acosados por engendro de
tantos conflictos entre los padres y sus hijos, desilusionados de las románticas
planificaciones desarticuladas del grueso de la comunidad educativa,
preocupados porque el nivel de aprendizaje de los escolares no es el requerido
por las circunstancias sociales actuales y decididos a ir a la montaña porque
Mahoma no viene a al escuela, ya en el atardecer del siglo XX, en algún lugar
de la ciudad capital, en el escenario denominado escuela y bajo la imaginación
de un reducido número de maestros, fluye la iniciativa de organizar una
propuesta de trabajo pedagógica con los agentes de la comunidad educativa, para
abordar la dimensión de la convivencia en la comunidad educativa, desde la óptica de la razón y del corazón, porque la
violencia, parodiando a William Ospina, solo se le puede derrotar en el corazón
de cada quien.
La propuesta recibe el nombre de vitaminas de la convivencia en
la escuela y su génesis- como se ha dejado expedito en la Crónica de un hallazgo y como podrá
complementarse en las Vitaminas
sintéticas- está en la experiencia de trabajo pedagógico/didáctico
realizada por los docentes de una institución escolar, de cuyos contribuciones
nos hemos ocupado en varias sesiones. El cuerpo de esta experiencia pedagógica
lo constituyen los avances en la conceptualización y el sentido social de la
propuesta; la metodología o estructura sobre la que se edifica un menú de
temáticas, dentro del cual se expone el
derrotero indicado para su operacionalización y, como una extensión de la
metodología, los resultados de una práctica pedagógica que viene andando por el
paraje de la escuela y que ha intentado asir, con sus brazos y con sus manos, a
todos los miembros de la institución escolar y de su entorno.
En la enunciación de la propuesta no puede hacer falta el componente
metodológico. A diferencia de la lógica que manejan los profesionales de la Nutrición y Dietética,
en esta práctica pedagógica no hay formulas establecidas con antelación, pero
sí se demanda del maestro vitaminizador imaginación, buen gusto por el manejo
de los temas sugeridos, investigación, humor, conocimientos, esfuerzo,
dedicación y altas dosis de lectura y escritura. En la medida en que el maestro
vitaminizador conozca los textos y los recree con sus vitaminados, sin
perder de vista la relación de la convivencia con la nutrición, en esa proporción
va la urdimbre de la obra de arte. Convivir es un arte para los humanos,
asegura Victoria camps[1].
En este documento expedicionario, aportamos un texto de Eduardo Galeano,
que sirve de ejemplo, para ilustrar la iniciativa*. El primer paso es socializarlo con educandos, padres de familia y/o
docentes; luego, se reflexiona sobre los mensajes; enseguida se busca que
quienes han escuchado sus contenidos traigan a colación situaciones
experienciales propias o ajenas y se escruta el papel que Ellos han jugado en
su abordaje; posteriormente, se proponen ejercicios colectivos recurriendo al
uso de técnicas de trabajo grupal: sociodramas, maquetas, ilustraciones,
pinturas, juegos, cuentos, entre otras.
Una vez
realizadas las actividades propuestas es importante consignar, por escrito, las
distintas maneras acerca de cómo cada integrante del grupo se compromete a
proporcionar la vitamina vista y saboreada en el curso, en su familia, en el
barrio y en la institución. Es conveniente lograr que los vitaminados aporten
testimonios donde se puede dilucidar la vitamina, de tal manera que con ello se
haga una retroalimentación del documento y de la dinámica de trabajo
emprendido. Es de anotar también, que al inicio de cada lectura seleccionada se
hace una aproximación acerca de la relación de la vitamina, que simboliza el
texto, con la convivencia, para luego incursionar en el cuerpo del escrito
escogido. Ya decodificada la vitamina, literariamente se procede a degustarla y
a jugar con su aplicación.
En esta última
parte, en ocasiones se formulan preguntas problematizadoras, frases que ayudan
a la reflexión y actividades que coadyuvan con la ambientación de la jornada
pedagógica. El cómo, en últimas, depende
del nivel nutricional de la persona que anima y acompaña la acción pedagógica
centrada en la convivencia; enfatizamos en el valor de la imaginación, la
creatividad, el gusto por las actividades y la manera como asuma la recreación
de los textos aportados. Una sugerencia importante en el cómo es hacer que las
vitaminas de la lectura y la escritura se tengan presentes en todas las
acciones; dicho de otra manera, se trata de describir y sistematizar la
práctica pedagógica, en el escenario específico de la convivencia.
El suministro
de las vitaminas la estamos haciendo, hasta ahora, de dos maneras: la natural y la sintética. La
primera, consiste en tomar el menú propuesto y desarrollarlo tal cual en
el aula de clase o fuera de ella con los escolares, padres de familia y/o
maestros. La segunda, se remonta al uso de técnicas y símbolos usados en otros
campos de la cultura, particularmente en el de la salud, que le aportan
dimensiones variadas a la enseñanza y aprendizaje en las personas. Se trata de
leer textos distintos a los expuestos en el menú, pero que a la postre
alimentan y coadyuvan con la comprensión de la forma natural. Para
ilustrar el suministro de las vitaminas registramos subsiguientemente un
capítulo acerca del menú sugerido y una crónica respecto a una jornada
de vacunación, que da cuenta de la aplicación de las vitaminas sintéticas.
UN MENU TÓNICO
El aperitivo está constituido por un conjunto de elementos que corresponden a las vitaminas que conocemos: Vitaminas A, B, C, D, E y a otras que, a través de la imaginación, se perfilan. Basta que en alguna parte caiga la primera gota de lluvia, y el verano está condenado irremediablemente. La primera gota de lluvia mató al verano, asienta William Ospina, evocando los versos de Giorgos Seferis. En el caso de las primeras, los contenidos tanto de la Nutrición y la Dietética como de la convivencia, ya existen; en lo que atañe a las siguientes, como ya quedó dicho, se hace necesario elaborarlo.
Esa es la participación activa del lector del libro. No se trata de un castigo o de un descuido, sino de ser consecuentes con el discurso pedagógico respecto a la lectura y la escritura. De esta manera, el lector se transforma en arquitecto y recreador de una obra iniciada por “maestros”, albañiles de la realidad educativa cotidiana. La obra se edifica sobre la lógica del alfabeto castellano.
La vitamina A se encuentra en
vegetales oleaginosos y de color amarillo, entre los que se destacan:
zanahoria, ahuyama, naranjas, limones, albaricoques y en la espinaca. También
está en el hígado, huevo, leche y sus derivados, Su acción regulariza los
mecanismos hipofisiarios* y las
hormonas sexuales, fortalece los huesos, cartílagos, canales sanguíneos,
cabellos y pestañas. Es rejuvenecedora, ya que conserva el buen estado de la
piel y las mucosas. Ayuda también con el buen sueño y una tensión normal. La
ausencia de vitamina A causa desnutrición, enflaquecimiento, deficiencias de
las glándulas hipófisis y tiroides, disminución de la visión y débil
resistencia a las enfermedades.
Con respecto a esta vitamina, en
el organismo de la convivencia, podemos decir que ella se halla en una
fruta muy poderosa llamada Amor y, al igual que lo que ocurre en
animales y humanos, su ausencia genera raquitismo en la armazón, insensibiliza
los tejidos comunicacionales, desvela a las personas y auspicia el
desequilibrio en las glándulas del poder y saber, convirtiéndolos en una
alteración, cuya señal más visible es el no “reconocimiento del otro como legitimo otro distinto
a mí”.
Para prevenir estos síntomas, en
el cuerpo social, se recomienda ingerir colectivamente altas dosis de la
vitamina, especialmente por parte de los niños y niñas, quienes están más
expuestos a adquirir enfermedades, que acarrea la falta de dicha vitamina. Si
logramos contrarrestar esta sintomatología, sin duda, estaremos apostándole a
la construcción del tejido ético que tanto necesitamos para vivir dignamente. Comenzamos
con una dosis que es refrigerio del cuerpo, alimento del alma, configuración
del espíritu, y glorificación de la mente, porque el amor es la risa del
corazón y el amanecer de cada momento. A continuación ofrecemos un aperitivo
natural, extractado de la literatura, para dar comienzo al proceso
nutricional.
EL AMOR
“Cuando América no conocía la espada, los indios
Kashinahua eran un inmenso grupo “extendido” por las riveras del Amazonas,
entre Brasil y Perú. Ahora, cuando todos los americanos conocemos el rocket y
la mini-ametralladora, los indios kashinahua son apenas pequeños grupúsculos
“diseminados” por las riveras del Amazonas, entre Brasil y Perú. Y el abuelo
Kashinahua contaba a los nietos kashinahuitos cómo nació el amor.
Cuando por primera vez se encontraron el hombre y la primera mujer
se quedaron mutuamente admirados; juntos tenían rostro, juntos tenían el
cabello largo, juntos tenían brazos..., el hombre notó que el pecho de la mujer
era “ligeramente” diferente al suyo.
Pero lo que más llamó su atención, lo que más atrajo su curiosidad fue ese algo
extraño que los dos tenían en medio de las piernas. En el hombre “sobraba” algo,
pensó la mujer. El hombre por su parte, se acercó y mirando a la mujer no tuvo
duda, “allí había una llaga”. -Te has cortado? -preguntó- ¡No! -dijo ella-
siempre he sido así.
El hombre tomó a la mujer de la mano y se internó con ella en lo más
profundo de la selva. Buscó los bejucos más fuertes y suaves, buscó los dos
árboles más sólidos, tejió con los bejucos una hamaca y le dijo a la mujer:
´Tiéndete en ella y no te preocupes que yo te voy a curar”. A partir de ese
día, el hombre dedicó las mañanas enteras a la cacería; por la tarde regresaba
con la presa en una mano y en la otra traía: ungüentos, hojas, esencias, untos,
con los que, después de preparar la cena, se dedicaba a “curar la llaga” de la
mujer. Ella, los recibía complacida. -No vayas a comer ni mango, ni plátano, ni
ninguna fruta que se raje al madurar, y no te preocupes, que yo te voy a curar.
Un día, el hombre regresó más temprano que de costumbre, y
regresó muy contento... -¡lo encontré, lo encontré, por fin lo encontré! -¿Qué
es lo que has encontrado? -Encontré la forma de curarte, he visto al mono
curando a la mona en la copa de un árbol y lo hacía así: El hombre abrazó a la
mujer, posó su cuerpo sobre el de ella cubriéndola totalmente... fue un abrazo
tan hermoso, fue un abrazo tan duradero, fue un abrazo tan intenso... que
cuando los dos cuerpos se separaron exhaustos, había un olor a selva, a frutas,
a fertilidad. Pero sobre todo, ese, que nosotros conocemos, característico olor
almizcloso, que hizo hasta que los dioses sintieran vergüenza y se ocultaran
junto con el sol. Así nació el amor, según los kashinahuas*.
PREGUNTAS PARA COMPLEMENTAR LA DIETA
1. Para usted ¿Qué es el amor? ____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
2. Haga un relato acerca de cómo nació el amor según su
historia personal? _____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
3. ¿En qué alimentos sociales encontramos la vitamina A?.
Enumérelos y escríbalos
____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
4. Elabore un menú especificando los alimentos sociales que
deben acompañar la ración alimenticia de los niños, en la cual esté la vitamina
A.__________________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
5. ¿Quién o quiénes
proporcionarían la vitamina?___________________________________________________________________________
6. ¿Qué acciones realizar en el caso, en que no se
suministre la
vitamina?____________________________________________________________________________________________________________________________________________________________
Bogotá abril 29 de 2013
[1] Consultar CAMPS, Victoria y otro (1998). Convivir. En: Manual de Civismo. Bogotá DC, editorial Ariel S.A, pp 11-25
* . Los textos literarios, que en la lógica de la propuesta corresponden a
uno por cada letra del alfabeto castellano y están condensado en el documento
que sistematiza la experiencia de los docentes del Centro Educativo Distrital
Horizonte, en Santafé de Bogotá.
* Este
término se relaciona con la glándula
hipófisis situada en la base del cráneo y cuya función es controlar, entre
otros, los diversos mecanismos del crecimiento.
*
Eduardo Galeano. “El amor” En: Los nacimientos. Memorias el fuego I Bogotá:
tercer Mundo Editores, 1995, p. 16.