AVENTURAS Y
EXPERIENCIAS POR LAS AGUAS DE LA PARTICIPACIÓN.
El barco llamado Nuevo Horizonte, pertenece a
la flota denominada Distrito. Es un rico armazón conformado por galeras A, B y
C. Su brújula tiene como Norte los mares de currículo (oficial, explícito y
real), dentro de los cuales están los proyectos y actividades, así como la
búsqueda de experiencias colectivas.
La tripulación del “Nuevo Horizonte” ha
estado conformada por docentes, estudiantes y padres de familia, con relevos
notorios y niveles de actuación proporcionados de acuerdo con los cánones de la
navegación oficial y cotidiana. No contentos con los vaivenes acaecidos en el
diario trasegar y conscientes de que algo faltaba para hacer más emocionante la
aventura… un día… hallándose atracado en la plataforma continental y queriendo
salir de la esclusa, el capitán (rector) recibió una solicitud de embarque altamente
motivante aunque riesgos; pero no inferior a ella, dispuso todos los
preparativos: pasar revista a la
tripulación, alistar los documentos, confirmar el plan de ruta, ubicar
las fechas, prever imprevistos, subir al buque y… nos lanzamos al agua con un considerable
número de pasajeros.
Durante la travesía, que podría durar más de
un año, el capitán y su grumete mayor
(trabajador social), se cercioraron que
todos estuviesen cómodamente a bordo de la nave. Uno de los obstáculos
cercanos, eran las distancias entre la sedes o galeras, especialmente entre la
central (A) y la rural (C) para poder hacer reuniones; por lo demás, la
tripulación (sistematizadores) ávida de conocimientos, expectante del trabajo
que se avistaba, atestada de pertenencia y acostumbrada a navegar por las
ruidosas aguas de la Lectoescritura[1],
el Reciclaje[2],
la Participación ,
el Microcentro[3]
y los Conflictos[4], iniciaba un nuevo éxodo por la
ruta de la investigación.
Dentro de la embarcación se respiraba el aire
tibio de la ilusión. En uno de los tabiques de la galera rural, se encontraba
una leyenda escrita por una niña, con barniz azul y con un mensaje apocalíptico
y al mismo tiempo tentador: “Nada se edifica
sobre piedra, todo sobre arena, pero nuestro deber es edificar como si fuera
piedra la arena”. Sobresalían en el bajel, marineras de
Preescolar, las nautas de primaria y aeronautas de bachillerato. La vida en el
navío “Nuevo Horizonte”, así recobraba su curso, se sobreponía a la monotonía
ante las pesadas aguas de la investigación, encaminándose por el periplo de las experiencias pedagógicas, de las cuales se han dado pistas a lo
largo de este documento.
Las velas fueron arreglándose poco a poco en
cada uno de los puertos; los vientos a favor de cada experiencia pedagógica nos
llevaban por buena mar y los días a bordo, transcurrían plácidamente. Cada
grupo leía, escribía y entrevistaba a los viajeros. Como es natural en toda
expedición, hubo varias sesiones de intercambio de sentimientos, pensamientos y deseos. En una de ellas, se
decidió la selección de las experiencias; en otra, los ejes temáticos; y en las
demás, todo giró alrededor de la elaboración de los relatos, la argumentación
de los mismos y su presentación en el lenguaje de la escritura y las imágenes.
El grumete mayor no cesaba en la invitación a continuar con el arduo trabajo de
la escritura, mientras que los demás mortales cubiertos en esa construcción
cóncava, no desfallecían en sus pretensiones, y así se avanzaba por los océanos
de las experiencias, como si la comandancia estuviese bajo la égida de
Hemingway.
En la medida en que el barco avanzaba y se
acercaba al puerto, los tripulantes pudimos comprobar la grandeza de aquel mar,
la belleza del paisaje que había, los alrededores y la dureza también de sus angustias, al
tratar de atrapar a esos especímenes llamados: Construcción Curricular, Participación, Conflicto e Innovación. No
obstante, las bravas marineras de Preescolar, las nautas de primaria y
aeronautas de bachillerato, gestaron su propia organización, repartieron
funciones y continuaron cartografiando el recorrido.
En ese ir y venir, uno de los navegantes
divisó un enorme cetáceo… se trataba de la gran ballena que flotaba en la
aguas, enorme y tentadora, como singular mamífero de agua. Al palparla en
detalle y absorto ante semejante belleza, alguien inquirió: ¿Podrán los
tripulantes dejar escapar una ocasión semejante…? La respuesta no se hizo
esperar: ¡Vamos tras ella… esa ballena es interesante… proviene del océano de
la política y su nombre es … Participación.
LA PARTICIPACIÓN EN EL OCÉANO DE LA
POLÍTICA
El mar estaba tranquilo y parecía favorecer la operación… pero pronto fue arriado el bote ballenero y los marineros de la galera “A” y unos de la “C” se embarcaron en él… se acercaron al animal que parecía dormido sin embargo no era el momento de contemplarlo sino de actuar… las circunstancias no daban tregua. El ballenero más experto se dedicó a investigar en el cetáceo los tipos de participación que existen y el uso de uno de ellos...
La navegación continuó al interior del
ballenero, todos tenían conciencia de que Barlovento empujaba ventarrones con
amagues de tempestad, lo que condujo a tomar ciertas determinaciones. El oleaje
sacudía la embarcación tanto, que obligó a sus tripulantes y viajeros a
agilizar la consolidación del eje, el análisis de los hallazgos y la escritura del mismo. Pasaron unos días
con huracanes de textos, lecturas,
cuadros que zarandeaban fuertemente la embarcación; las preguntas, conceptos y
prácticas, las relaciones socio críticas
y las reflexiones pedagógicas,
inundaron la gabarra, bañando a los tripulantes que avanzaban a diez millas por
hora.
Una mañana, la brújula les indicó el Norte de
la isla de los conceptos; allí desembarcaron. Todos decían: “¡Lo encontré! ¡Lo encontré!”; sin embargo, durante la noche
el viento se calmó y encontraron enterrado un baúl y en su interior un mapa que
decía en latín: Participare. Al pasar
el vocablo a lengua materna se lee “tomar
parte en”; lo que significa “sentido
de pertenencia”. En otras palabras, “Acción
social en donde se interviene en forma
activa en las decisiones y acciones realizadas en el aula, en la institución,
la familia, la ciudad y el país”[5];
allí, los árboles y los pájaros exóticos de los Microcentros, Gestión de
Residuos Sólidos, Conflicto y Lectoescritura, le daban una identificación
completa al lugar.
Los conflictos cotidianos en el puerto,
convocan a la acción. En el caso de Gestión para el Reciclaje, por ejemplo,
“…Se da comienzo a la experiencia de una alianza entre maestra-os y estudiantes.”
El comienzo de la jornada tarde también fue un conflicto visibilizador de los Muros de Hormigón, pues puso en tensión
a la SED con la
comunidad: “Como la Secretaría no enviaba
los profesores, los padres de familia deciden instaurar una acción de tutela”.
Ante las estas olas rumorosas, todas paseaban
por la playa, se volvían, miraban la orilla y se decían: “la participación es una necesidad intrínsecamente humana. Es
consustancial al desarrollo del hombre, por lo tanto es algo cotidiano de la
sobrevivencia de una comunidad.”[6] De
la misma manera, debían sobrevivir en aquel nuevo puerto, construir un refugio,
así como habían visto en tierra cuando unos padres de familia, docentes y
estudiantes, construyeron su resguardo o institución y así sobrevivió la
comunidad educativa. “…Coincidíamos en
que los docentes teníamos que buscar estrategias para que los estudiantes se
motivaran a matricular... También con la invaluable participación de los padres
de familia, quienes tributaron ladrillos, cemento, arena, mano de obra, palas,
palustres, carretillas, materiales y experiencia de trabajo comunitario... La comunidad, vigorosa en iniciativas y
solidaria en su causa, efectúa bazares para ampliar la planta física, llegando a construir el segundo piso de la
escuela, y se formó la sala de profesores”. [7]
Desde el principio, la tripulación sabía que
esas acciones eran elementos fundamentales para participar en Microcentros,
relatar experiencias de Lectura y Escritura, desarrollar procesos Lecto-escritores, Reciclaje, Conflicto y
Participación. Así se extracta de los relatos: “Se genera en el grupo de docentes la búsqueda de soluciones a este
grave problema, a través de la elaboración de proyectos pedagógicos que
lograran potenciar el desarrollo de estos procesos, básicamente buscando bajar
niveles de agresividad en los niños. Se logró unificar criterios curriculares
para el proceso educativo a corto, mediano y largo plazo, como fue la
construcción permanente del PEI.” [8]
LA CARTA NÁUTICA, OLAS Y VENDAVALES
Se ataron con cuerdas las ramas más bajas,
algunas sirvieron de sostén y otras de cama, se le dio importancia a los
utensilios de primera necesidad. Como se requería tomar decisiones y llegar a
acuerdos, todos participaron con muchísimo esmero en cada una de las
experiencias. En uno de los relatos, aparece consignado:
“el Microcentro le dedicó jornadas a la
revisión y estudio de documentos, participaban activamente los estudiantes y
maestros, todos apoyaban este bachillerato”
Las lluvias continuaron… el viento arreciaba
y los árboles se doblaban más… los días siguientes se emplearon en disponer un
nuevo campamento… conseguir más provisiones y maderos de más peso como la
participación política… “acciones internacionales,
legales o no, desarrolladas por
individuos”[9]
No siendo ésto suficiente, se buscó cómo resistir a las inundaciones con
otros maderos y amarras más fuertes que iban más allá de lo avizorado.
Una noche, organizaron camas unas al lado de
otras y pronto estuvieron todos reunidos
en la única habitación; a eso de las siete, la olla esparcía un olor muy
apetitoso y todos reunidos en el comedor-habitación, recordaban y añoraban sus
experiencias pasadas y las de sus compañeros, cuando en los Microcentros, en la Participación , la Comunidad y las
Experiencias Lectoras-Escritoras, avivaban viejos recuerdos con la
iluminación de Cronos. Recordamos cómo se creó el Periódico Buenavista, donde
participaban a través de la escritura, los docentes, padres y maestros.
Igualmente, lo ocurrido con el Periódico Juvenil, e incluso con Pulgarcito.
Durante tres días, el trabajo se realizó con
lentitud… cuando tenían más o menos un metro de profundidad, un incidente
inesperado les llamó la atención: encontraron un cofre y un gran libro.
Guardaron silencio… se sobrecogieron con el frío de la noche y ese cofre que brillaba… y esos disfraces
como fantasmas que pasaban frente a todos los balleneros… allí hallaron más pistas para descubrir su tesoro… a pesar
de la premura de tiempo arreglaron sus escritos y… hacia las nueve de la noche salieron de la
gran colina con su mapa de ruta y lo consultaron en el campamento; no obstante,
designaron tareas con nombres propios, conforme leían el mapa y el libro.
En
el fondo del cofre, se encontraba un papel ya desleído por los años, recubierto
en cuero, que mencionaba a América Latina en los años 60. El escrito, en tinta
endeble y trajinada por los años, sólo decía: “Participar no es un “eslogan”, tampoco una palabra más cuya definición
está en el diccionario.” [10] Y
al final mencionaba: quien encuentre el mapa no olvide: “No se puede participar sin decidir”. El abordaje de este mapa sobre
Participación dentro de la educación,
toca dimensiones como la “democracia y la
comunidad.” Si vosotros queréis continuar la ruta del mapa, deberéis tener
en cuenta los consejos de legos.
Al terminar de leer, decidieron poner estos
preceptos en práctica, no sin antes, acabar de leer la última hoja del mapa,
que decía: “la democracia es aceptación
de la angustia de tener que decidir por sí mismo”[11].
Al tener que decidir por sí mismo, se está participando en la comunidad, sea
directa o indirectamente. El ciudadano se pronuncia sobre un tema, sugiriendo
posibles decisiones de algo que les interesa en colectivo.
ACLARANDO DUDAS Y UN ESPECTACULAR HALLAZGO
El invierno bajó y cada uno tenía la
distribución del trabajo, que se dio por aprobación general. El calendario al
día, se tomaban apuntes diarios en el barómetro sobre conceptos y experiencias,
se acordó escribir sobre todo lo
ocurrido en las reuniones de todo un sábado, el escuchar las lecturas, los
acuerdos a que se llegaba, los cuadros de sistematización, hasta convertirlo en
narrativa; entre otros, los domingos serían respetados. Se enfrentaron con el
problema de horarios, pero aún así continuaron.
Estudiaban el mapa, señalaban varias vías,
una pertenecía a la “esfera privada y
otra al ámbito público[12]”,
había una gran cruz que marcaba “tipos de
participación.” Fijaron la marcha para salir al amanecer. A la mañana
siguiente salieron, debían cruzar el río o dirigirse al lago. Finalmente,
optaron por lo segundo; juzgaron necesario ir más adelante, en donde otros
buques quizás, pudieran ofrecer ignoradas riquezas. Avanzaron y al caer la
noche, llegaron al lago de la familia, cansados y listos para dormir, se
echaron en la arena y se cubrieron con sus mantas.
Hacía cerca de diez meses que los balleneros
habían desembarcado en la isla. Durante este periodo su situación había
mejorado, trabajaban convencidos de la sistematización.
Realizaron nuevas exploraciones en los mapas.[13]
Querían saber si había allí bosques, pantanos profundos o dunas superficiales.
Continuaron su viaje viendo a través de las hojas de los árboles, muchas
vicuñas en comunidad, algunos guanacos en reunión política, guacamayas que
participaban socialmente. ¡Qué aspecto tan diferente…! Hallaron varias grutas… cada una marcada…
daba el aspecto de vida, acción, y pertenencia.
En el pórtico de las grutas decía: para
entrar a los tipos de participación, es preciso distinguir aquellos que
pertenecen la esfera “privada” y los
que están en los ámbitos de lo público... ¡Pues bien… -exclamaron todos- adelante! Y
comenzaron por la gruta de la esfera privada; al entrar, encontraron en las
paredes unas frases inscritas como: “Participación Social y Participación
Comunitaria”. Después de votar por cuál comenzar, iniciaron su marcha por
la social… avanzaban con paso rápido, de trecho en trecho… todo parecía
desierto… dos horas después consultaron el mapa… al girar a la derecha, se
abría la gruta.
Era como un corredor largo… oscuro… que conducía a una gruta más amplia; allí los
recibió un anciano al que le llamaban el
profesor, quien se apresuró a decirles: “La participación social se refiere al proceso de agrupamiento de los
individuos en distintas Organizaciones de la sociedad civil para la
defensa y representación de sus
respectivos intereses.” Reflexiones que les hicieron pensar en el contexto
público con los diferentes grupos de jóvenes, mujeres, madres cabeza de familia
y estudiantes.
A la mañana siguiente, reanudaron la marcha…
la gruta se hacía estrecha… revisaron las provisiones… linternas y relatos de
cronistas prácticos reflexivos y cada
cual se encargó de una parte… uno detrás del otro… hasta llegar a una galería
algo pendiente… cada abolladura servía
de peldaño. En la medida en que avanzaban, el calor aumentaba y se dio la
necesidad de trabajar con mucho cuidado... al mediodía, cambió el aspecto del terreno…
había sido removido y los balleneros se sorprendieron al ver pocos árboles…
pero ahora había plantas herbáceas, helechos, familias raras de sigilarios y
licopodios… avanzaron y cerca del río
hallaron el casco de algo que fue un
barco no muy grande.
Entraron y toparon objetos de tocador… utensilios
culinarios… variedad de ropa… una biblioteca que contenía algunas buenas obras
y varios diarios… muy seguramente de los dueños del barco. Examinaron
cuidadosamente cada diario y libros de la biblioteca, terminando por concluir
cómo era la segunda gruta. En las obras encontradas decía: La Participación Comunitaria ,
son “aquellas acciones ejecutadas
colectivamente por los ciudadanos en la búsqueda de soluciones a las
necesidades de su vida cotidiana”. Al revisar cada diario, mencionaba cómo,
cerca del río, entre matorrales, construyeron una cabaña. Debía ser muy
antigua, similar a las construidas por indígenas.
Registraron minuciosamente las chozas… había
fragmentos de vida… todo indicaba que hubo una comunidad y los del barco se integraron a ésta con el fin de
transformar el lugar… los diarios revelaban que hubo una comunidad educativa instalada hacía mucho tiempo… era una realidad
dinámica, les eran familiares aquellas chucherías
que hallaron: cuadernos… lápices… y papel…
hecho por varios monos. Alrededor del Fogoncito y al calor de un café, nuestros navegantes completaron
los diarios al evocar los recuerdos y pensar que todo estaba oculto en el
corazón de cada uno que lo vivió y en la mente de quien lo trabajó.
Al terminar la cena, emocionado cada uno
exclamó: Pero… ¡quién lo hubiera dicho! Se ha estado participando todo el
tiempo comunitariamente… siempre en la construcción de una educación en
beneficio de todos.
Como es de suponer, tomaron toda clase de
medidas, para encontrar con precisión como con el Reciclaje, el Conflicto, la Lectoescritura , la Participación y
los Microcentros, se realizaban
prácticas académicas con miras a incrementar la interacción. Así se observa
otro enfoque de labor educativa y de la enseñanza, donde lo importante y necesario
está en la educación y participación, en crear una capacidad de transformación
personal y pedagógica, en desarrollar autonomía y responsabilidad.
Numerosas bandadas de pájaros volvían
gorjeando a buscar sus nidos... esa mañana decidieron explorar el curso del río…
luego de una caminata, se detuvieron a observar el bosque y la fauna, a
aprender de ellos… cargaban con los manuscritos, los libros y los papeles. Al
atardecer, hicieron un alto, recolectaron frutos silvestres y desdoblando sus
escritos y manuscritos leyeron: “El
término desarrollo de la comunidad y organización de las comunidades, según
Rosa M. Torres- se refiere, más al
aprovechamiento de las comunidades para promover su desarrollo” para participar en la comunidad educativa, ¡ésto lo podemos compartir con los docentes, estudiantes y
padres de familia de la institución, quienes manifiestan su participación
comunitaria en el vivir en la creación
de la planta física y luego el reciclaje de los escombros! Las experiencias así
lo consignan: “vigorosa en
iniciativas y solidaria en su causa, efectúa bazares para ampliar la planta
física llegando a construir el segundo
piso de la escuela… esa fue la primera piedra que la comunidad colocó… de la
misma manera, la comunidad coloca unas casetas y posteriormente edifica la
estructura.” [14]
El zumbido de los mosquitos al caer la tarde,
y el sol que se ocultaba de prisa, los obligó a organizar el campamento;
comieron, pero les costó mucho luchar con el sueño, sin embargo, continuaron
reflexionando y las acciones se vincularon directamente con el desarrollo
comunitario en pro de la institución al contarnos que “este proceso de consolidación del centro educativo, se resalta la
acción mancomunada los maestros con los padres de familia y con los estudiantes…
destinando tiempo extraescolar a la apertura de zanjas, a mezclar el cemento, a
colocar ladrillos a poner puntos y en general a construir. La tolerancia, el
esfuerzo y la valentía del colectivo de docentes, la Asociación de Padres de
Familia y las organizaciones comunitarias en cuanto a la celeridad, diligencia
y cooperación en la resolución de los inconvenientes.
Al final… el sueño ganó su lucha… decidieron
dormir bajo el ramaje de un enorme pino y cansados por la marcha de aquel día,
se durmieron inmediatamente... Al día siguiente partieron… pronto hallaron una
chalupa y mas allá los remos... decidieron embarcar y al otro lado del río, el
bosque se hizo más espeso… el sol poco entraba y las aves en bandada hacían
sonar su música del lugar... Optaron por desembarcar, llevando cada cual sus
escritos… se adelantaron en un pantano de experiencias que se vive en la
comunidad educativa, la educación, la extra-escolar, el currículo oculto o de frontera como le
denominamos en esta sistematización. “Uno de los hechos significativos -reseñan las
cronistas de Gestión para el reciclaje- era
salir a las calles y perifonear, pegar carteleras, en diferentes partes del
barrio; los docentes de las sede “A” buscaron la ayuda de la parroquia”.
Millones de aves acuáticas se presentaron
renglón a renglón… los juncos que abundaban a orillas del pantano, construían
una especie de globo… las fieras se escuchaban a los lejos… eran dos osos que
no esperaban hallar entre la fauna… Revisaron sus provisiones de conocimientos,
la brújula marcaba el norte participativo, continuaron la marcha. ¡Cuántos
conocimientos podrían hacerse…! Terminada la conversación, procedieron a buscar
donde descansar.
Mirando el mapa con atención… observaron que
estaban por llegar a otra gruta… consultaron otras de las obras… se
desarrollaron una serie de razonamientos y sin ser interrumpidos… todos
argumentaron: “La comunidad no nace espontáneamente, se construye cuando
un grupo de personas se organiza en torno a un objetivo común”[15]
o a un problema tal como lo anotan en
uno de los textos leídos para este ensayo: “las
mayores problemáticas que enfrenta la institución escolar es la falta de
interés por parte de los padres de
familia en el proceso educativo de sus
hijos/as.
Concluida
la experiencia, cada uno a su turno lo leyó… minutos después, continuaron la
marcha, agilizando el paso, ya que la niebla de la tarde los envolvía… al día
siguiente… se pusieron en marcha y pronto se internaron en el bosque… si bien
es cierto, se aproximaban a la gruta cuyas letras gravadas en alto relieve
decían: “están en lo público.”
Contemplaban maravillados las dos grutas: una a la derecha llamada Participación
Ciudadana y la otra, Participación
Política… entraron en ésta… allí encontraban escrito en las paredes…
palabras sueltas como: voto, cabildo abierto, consulta popular. Recorrieron la
gruta y al avanzar, se ensanchaba más y más.
Salieron de la gruta y buscaron nuevo sitio
para pasar la noche… al día siguiente, la lluvia y el día gris y frío hicieron
que salieran pronto y emprendieran la marcha... lo que había que hacer, por lo
pronto, era regresar al puerto... les pareció más seguro buscar el cause del
río… El río era profundo como la Participación ,
buscando que todo lo que el río lleve, se involucre en el trabajo.
Lo único que les preocupaba era
continuar… poco a poco la marcha se
volvió lenta y difícil… estaban agotados… los matorrales más superficiales del
camino no salían al encuentro de los caminantes… algo así como habían leído
sobre participación superficial. Al cabo de unas horas de penosa labor… toparon
bruscamente con un ancho y cómodo sendero que los condujo a un caudaloso río…
para abordarlo, requerían de balleneros diestros y atrevidos como cada una de
las galeras A, B, C del Nuevo Horizonte. Montaron en piragua y navegaron
contra viento y corriente… el río de
participación tenía sus caprichos y niveles…
A BORDO DE LA PIRAGUA EN EL RÍO DE LA PARTICIPACIÓN
Durante la tarde… la navegación se tornó
difícil pues el viento soplaba con fuerza y el cielo se iluminaba al resplandor
de los rayos. Esto obligó a los viajeros a reunirse en la rivera izquierda del
río… La piragua y su tripulación -los docentes- se reunieron en tierra.
Por fortuna, a las seis de la tarde, se
encontraron seguros en la aldea “Buenavista” aunque se desencadenó una violenta
borrasca de viento y lluvia… Buenavista,
felizmente salió adelante con sus otras aldeas: Rural y Horizonte… el
grupo conversó sobre las tortugas hasta la media noche, mientras la tempestad
rugía afuera... Un indio participaba informando sobre las tortugas… como
recogían los huevos y extraían de ellos el aceite… todas esas aldeas
participaban… por su parte, la tripulación clarificó dicho concepto al revisar
los manuscritos y el mapa. Estos decían: La Información es el conjunto de datos, hechos y mensajes a
través de los cuales los participantes conocen e interpretan una situación y
adquieren electos de juicio para actuar[16].
Ante esto, los excursionistas expusieron los
escritos y dieron a conocer que “en Consulta, los participantes opinan sobre todos o algunos de los aspectos de
un problema o situación constituyendo elementos de juicio para la toma de
decisiones.” Así como en las experiencias
pedagógicas se debate, se buscan estrategias, se reflexiona y se permite que padres de familia y
estudiantes se acerquen al docente. “Se
ha utilizado la estrategia de concursos en algunas actividades, como la lectura
de la cartelera con noticias periodísticas” a que alude una de las
experiencias de lectura y escritura.
Al abandonar el Horizonte… rumbo a la sierra
Rural Horizonte… se levantaron planos orográficos de los Niveles de Participación en cada experiencia pedagógica… para así
precisar hacia donde se dirigían. Entonces se habían producido graves e
inesperados sucesos: fueron atacados por una cuadrilla de animales salvajes…
ésto los obligó a tomar iniciativas
con el fin de resolver el problema.Cada
uno aportó una sugerencia… unos tendrían que aprender estrategias de caza…
otros pasarían la voz y conformarían grupos para volar como el viento y
elaborar el proyecto para cuidarse... Lo cual los obligó a realizar algo
distinto a lo acostumbrado y buscar el mejoramiento de la sierra.
A la hora del crepúsculo, se dio a
materializar acciones como las siguientes: “La
toma de iniciativa por parte de algunos maestros participar en cursos de
cualificación... unificación de
criterios para poder proponer diferentes estrategias de participación y de
trabajo entre docentes y estudiantes” en el caso de Microcentro. “La propuesta de llevar a la venta los
papeles artesanales” en la experiencia: Procesos de Lectoescritura. La directora, los docentes y los padres de
familia del Rural Horizonte “deciden impulsar la apertura del bachillerato en
la jornada de la tarde.”
La navegación continuó en condiciones
ordinarias. En la tarde… la flotilla
atracó en una isla pequeña… no se podía entrar hasta no hablar con el capitán
de esa casa… para ello, un papagayo de vivos colores revoloteó sus alas cuando
el capitán asomó… paseaba su mirada ardiente sobre cada uno de los marineros de
la flotilla... declaró estar de acuerdo en que se quedaran unos días, mientras
que se aprovisionaban de aceite comestible y otras mantas...
Al alba, los pasajeros de la flotilla de la
piragua salieron; habían pasado cinco días en ese lugar, ya que
unos estaban enfermos y otros fueron censados. Finalmente, se encontraban a tres kilómetros de la isla,
cuando la embarcación se mecía de un
lado para otro… ¡Chubasco… chubasco… gritaron!, tal era el viento, granizo y
lluvia que lo primero que hizo fue arrastrar la embarcación con fuerza.
En la piragua se consultó el mapa… la
dirección que llevaba los conducía hacia unas cataratas embravecidas por la
tormenta… la piragua continuaba dando saltos mientras los tripulantes
recordaban la difícil situación de unas basuras, un conflicto y unas
reflexiones en el área de lenguaje. Arrastrados con fuerza… barridos por las
olas tan impetuosas amenazando abrirse o caer con fuerza en las cataratas.... allí todos tenían que tomar una decisión…saltar fuera de la piragua
durante la tempestad o terminar estrellados contra las rocas. Cinco metros a la
izquierda era preciso saltar y así lo hicieron, nadaron y llegaron a otra isla.
El viento era favorable… amanecía… estaban
cerca de unas rocas pintadas. En ese lugar, cada uno expresó su temor al decidir saltar para iniciar algo nuevo, aprender de la isla y
proponer nuevas formas de trabajo… Ante la presencia de la Fundación Merani
y de la Universidad …
los docentes empezaron a cuestionarse
acerca de la mirada de la segunda… “el
hecho de escribir y el problema del enfrentamiento con la escritura, el pensamiento de algunos docentes de si en
realidad tenía sentido o no la investigación. Unos maestros estuvieron
totalmente de acuerdo con el proyecto, pues estaba acorde con sus expectativas,
abrieron la posibilidad al cambio y lo aceptaron; otros
se acogieron a él porque suponía un cambio y una expectativa”
Durante cinco días caminaron y se expusieron
a las hormigas, serpientes, hambre, termitas… encontraron cabañas abandonadas…
el agua arrasó con todo lo que había en la isla del perro… así la llamaron pues
sólo un perro y un anciano salieron al encuentro de los náufragos.
Los tripulantes buscaron como solucionar una
necesidad, un problema que era de todos… pensaron en la Gestión … Esto los llevó a
pensar en pasar a la isla más cercana y negociar con el defensor del pueblo los
recursos que necesitarían para recuperar la aldea de la isla del perro…
Gestionaron en las tres sedes o galeras del Nuevo Horizonte, como dan cuenta
los relatos.
Pasó el tiempo… la aldea prosperó y como ya
se ha dicho, se respetaron las indicaciones del mapa y los manuscritos y textos
de experiencias pedagógicas. En largas conversaciones… el anciano les
reflexionaba sobre la Pedagogía
Socio-Crítica que tiene como objetivo la capacidad de
trasformación personal y física, así como el
adquirir un pensamiento crítico,
de autonomía y responsabilidad; además, se encontraron en las experiencias
pedagógicas evidencias de pedagogía Socio Crítica en unos muy definidos con
relación a la transformación física,
personal y pedagógica como fue el caso de Reciclaje, Conflicto y
Participación.
Los navegantes se dirigieron al Nororiente,
siguiendo las instrucciones y la corriente del río. Ya era muy tarde cuando la
embarcación llegó a la desembocadura del río
y luego… muy prudentemente… se hicieron a la mar.
Ocho días después… el tiempo fue favorable,
con vientos suaves y brisas marinas que ondulaban los escritos, experiencias,
conceptos, relatos y narraciones del “Nuevo Horizonte” con su tripulación de
las tres galeras... Con una planeación rigurosa de las actividades y una
correspondiente reflexión crítica, se han orientado las prácticas pedagógicas,
se han establecido criterios fundamentados sobre la que ha sido la práctica y cultura participativa al interior de la Comunidad Educativa
Ya reunidos todos nuevamente,
evocaron su gran aventura de 5000 kilómetros de líneas, recorridas por el
río de la Participación …
Equipo de sistematizadores: José Israel
González B., Nancy Ordóñez, Marta Ramírez, Adalgiza Luna Mosquera, Olga Pardo,
Yenny Sánchez, Yolanda Valencia, Luz A. Cárdenas, Jairo Castro, Luz Mary
Pachón, Pedro Bustos, Esperanza Pinzón, Teresa Arévalo, Alba Marina Villegas,
Gladys Páez, Francy Piedad Bohórquez, Vilma Esperanza Melo, Maruja Rosso,
Myriam Triana, Adriana Liz, Margarita Cortés, entre otros. Tomado de Sistematización de
Experiencias Educativas...Bogotá DC, Códice, 2006
[1]CÁRDENAS,
Luz Ángela. (2005) Desarrollo de procesos
en lectura y escritura. Bogotá DC: IED Nuevo Horizonte. Documento de
trabajo sin publicar. Las otras experiencias d lectura y escritura están
referenciadas a lo largo del documento. PARDO ANGARITA, Olga. (2005) Lectoescritura: Búsqueda de una ruta
investigativa. Relato.
[2]
SÁNCHEZ Montesdeoca, Yenny Isabel, VALENCIA B., Yolanda, GÓMEZ Elizabeth, PÁEZ
Gladys, ORDOÑEZ Nancy, TRIANA Myriam, LÓPEZ Nohelia y ARÉVALO Teresa. (2005).Gestión para el reciclaje de residuos
sólidos. Sistematización de una experiencia. Documento inédito.
[3] MELO,
Vilma Esperanza, PACHÓN Luz Mery, BERNAL, Ana Laurenza, LUNA MOSQUERA, Adalgiza
y LIZ, Adriana. (2005). Los microcentros:
una experiencia de auto formación. Bogotá DC. Documento Inédito.
[4]
ROJAS, Denis, PINZÓN, Esperanza y RAMÍREZ, Marta 82005). El conflicto en el nuevo horizonte Jornada tarde. 2004.
[5] LABAKE, Julio Cesar. (1996) Participación de los Padres en la Escuela. Buenos Aires: Edit Santillana.
[6] MONTERO, Maritza (2002). Teoría y Práctica de la Psicología Comunitaria. Editorial Paidos.
[7] SÁNCHEZ M., Yenny Isabel (2005). Rastros y rostros de Nuevo Horizonte.
Bogotá DC: Documento de trabajo.
[8] GÓMEZ Elizabeth, SÁNCHEZ M., Yenny
Isabel, VALENCIA B., Yolanda, PÁEZ Gladys,
ORDOÑEZ Nancy, TRIANA Myriam, LÓPEZ Nohelia y ARÉVALO Teresa. (2005).Gestión para el reciclaje de residuos
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cit. p. 24
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