Los años mozos de la quincuagenaria en el Distrito Especial y en el Distrito Capital.
Escenarios recreativos/deportivos de Bogotá DC (AV 68 /calle 63) |
En Bogotá, quizá más que en cualquier
otra entidad territorial, entre finales del 70 y mediados de 1990, se dinamiza
una interesante experiencia pedagógica centrada en lo que se llama el Programa
de Educación Especial, constituido por las Aulas de Retardo Mental, Aulas
Remediales y los Centros de Diagnóstico y Tratamiento, entre otros frentes de
intervención. Con respecto a estos últimos, consistentes en Equipos de Trabajo
Multidisciplinario e Interdisciplinario, integrados por docentes con formación
disciplinar, principalmente, en Psicopedagogía, Trabajo Social, Psicología y
Terapia de Lenguaje, entre otros saberes, hay que decir que fueron una
alternativa de intervención, tratamiento y prevención de problemas de
aprendizaje y de comportamiento de los estudiantes, como también de asesoría,
cualificación y acompañamiento de procesos pedagógicos institucionales y
zonales, con los actores de la Comunidad Educativa Escolar.
1. El Programa de Orientación Estudiantil en Básica Primaria.
De
los Centros de Diagnóstico y Tratamiento surgió la iniciativa del “Programa de Orientación Estudiantil en la
Educación Básica Primaria”, en Santafé de Bogotá, -puesto en la
Resolución 1003 de mayo de 1995- entendido como: “el conjunto de acciones pedagógicas y terapéuticas dirigidas a la
prevención, investigación y atención directa, desarrolladas por docentes,
profesionales especializados, dirigidas a intervenir en el contexto del proceso
educativo de las instituciones, con el fin de atender las necesidades
educativas especiales de los alumnos y alumnas, prevenir el fracaso escolar,
disminuir la incidencia de los problemas de aprendizaje, integrar al aula
regular niños y niñas discapacitados y contribuir al pleno desarrollo de la
personalidad de los educandos”.
Concuerdan,
en esta última oración, las autoras, con el objetivo general del Servicio de
Orientación, estipulado en el Decreto 1860, no sin antes agregarle sus
particularidades: “La toma de
decisiones personales; identificación de aptitudes e intereses; solución de
conflictos y problemas individuales, familiares y grupales; participación en la
vida académica, social y comunitaria; el desarrollo de valores, y las demás
relativas a la formación personal de que trata el artículo 92 de la Ley 115”.
Antiguas Aulas Remediales Antonio Nariño. Bogotá DE |
Con
relación a los objetivos generales y específicos del servicio, Cedeño Ángel y
Hernández Guevara, ubican en primer lugar: “Asesorar, apoyar e intervenir, desde un enfoque pedagógico o curricular,
el desarrollo de los procesos educativos; disminuir la incidencia de los
problemas de aprendizaje; contribuir a prevenir el fracaso escolar...”.
En los específicos aparecen:
“Articular las acciones de Orientación y Asesoría Institucional a los procesos
de elaboración y desarrollo de Proyectos Educativos Institucionales, a sus
subproyectos, a los principios y fines institucionales, a las estrategias
pedagógicas, a los manuales de convivencia...”.
En
cuanto a las acciones estratégicas, llama la atención la del numeral cuatro: “Contribuir, desde su especialidad
profesional, a reconocer y visualizar cuantitativa y cualitativamente la
incidencia de las problemáticas de aprendizajes sociales, emocionales, físicas o psíquicas de niños y niñas en la
Institución y en la Localidad, como base para que se incorporen a los PEI
reflexiones y acciones pedagógicas que satisfagan estas necesidades.”[1]
En
el discurso que define el Servicio de Orientación, aflora una categoría
conceptual nueva, cual es la de Necesidades Educativas Especiales. Sobre el
particular, aclaran las docentes mencionadas que “no se refiere solamente a los
alumnos o alumnas con necesidades educativas más permanentes sino también a las
múltiples y variadas dificultades de aprendizaje... Cuando se habla de niños y
niñas con Necesidades Educativas Especiales se hace referencia a y énfasis en
las dificultades vividas por éstos-as, dentro del contexto de su interacción
con la Institución Escolar”. Se puede cerrar este aparte recordando que,
en lo que atañe a la organización del
programa de Orientación en el Distrito, las citadas funcionarias de la SED,
colocan cuatro criterios importantes, a saber: especificidad, especialidad,
interdisciplinariedad e intersectorialidad.
Centro Administrativo Distrital .Antigua sede de la SED pisos 10-12. |
En
lo concerniente con el primero, advierten: “Inicialmente, cada institución debe contar por lo menos con un-a
profesional responsable de este servicio, y como meta a largo plazo, con el número de profesionales que de acuerdo
con las Necesidades Educativas Especiales y la dinámica del proceso de
integración sean necesarios”· En cuanto a la especialidad, apuntan: “La especialidad tiene que ver con la
necesidad de que al interior de cada Institución Educativa y en el corto plazo,
se adecuen las acciones de Orientación al perfil profesional de el-la docente
asignado-a al programa”.
2 Del
Manual Práctico para Supervisores y Rectores
El
Cuerpo Técnico de Supervisores también se ha ocupado de la orientación escolar
en Bogotá. Del Manual práctico para
supervisores y rectores[2], extractamos las siguientes funciones
de los orientadores:
·
Participar
en los comités en que sea requerido
·
Participar
en la planeación del currículo
·
Planear
y programar en colaboración con los coordinadores las actividades de su
dependencia, de acuerdo con los criterios establecidos por la dirección del
plantel.
·
Coordinar
su acción con los responsables de los demás servicios de bienestar.
·
Orientar
y asesorar a docentes, estudiantes y padres de familia, sobre la interpretación
y aplicación de la filosofía del plantel.
·
Atender
los casos especiales de comportamiento que se presenten en el plantel.
·
Elaborar
y ejecutar los programas de exploración y orientación vocacional.
·
Colaborar
con los docentes en la orientación de los estudiantes.
·
Programar
y ejecutar actividades tendientes a formar dirigentes.
·
Realizar
investigaciones tendientes al mejoramiento del proceso educativo.
·
Evaluar
periódicamente las actividades programadas y ejecutadas y presentar
oportunamente los informes al rector del plantel.
·
Responder
por el uso adecuado, mantenimiento y seguridad de los equipos y materiales
confiados a su manejo.
·
Cumplir
con las demás funciones que le sean asignadas de acuerdo con la naturaleza del
cargo.
3 Aportes de los docentes de Orientación Escolar de Bogotá.
3 Aportes de los docentes de Orientación Escolar de Bogotá.
Antiguas Aulas de Educación Especial Samper Mendoza. Bogotá DE |
En el amanecer del nuevo milenio, un equipo
de docentes pertenecientes a Orientación Escolar, en Santafé de Bogotá DC,
defendiendo la continuidad del servicio ante la envestida de la SED, realizamos
varios eventos entre los que se destacan: reuniones con la JUDI, conversaciones
con funcionarios de la SED y del MEN, comisiones de trabajo entre orientadores,
encuentros con directivos sindicales y representantes de rectores y
supervisores, conferencias con abogados y miembros de la Comisión Jurídica de la ADE, seminarios y el
Foro Distrital, de donde se derivan los siguientes aportes:
·
Generar
estrategias de reflexión y formación que faciliten a los estudiantes la toma de
decisiones para su proyecto de vida en el ámbito escolar, afectivo, vocacional,
social y profesional.
·
Realizar
asesoría y acompañamiento a docentes, estudiantes, padres y madres de familia,
para propiciar el proceso de desarrollo integral de los estudiantes.
·
Coordinar acciones
Interinstitucionales e Intersectoriales que apoyen la labor pedagógica a
partir de las metas propuestas del Servicio de Orientación, articulada al PEI y
a los Planes de Desarrollo Educativo, Locales y Distritales.
·
Orientación
a nivel individual y grupal para la atención a problemas socialmente relevantes
(Alcoholismo, Drogadicción, Maternidad Adolescente, Maltrato, Problemas de
Aprendizaje, del Lenguaje y/o de la Comunicación).
·
Articular
las Acciones del Servicio de Orientación a los procesos pedagógicos,
organizativos y a los subproyectos institucionales.
·
Acompañar
procesos de organización y participación familiar y comunitaria, en la
consolidación y fortalecimiento del PEI.
·
Cualificar
los Procesos de Comunicación que se viven al interior de la Comunidad
Educativa.
·
Prestar
Servicios que propendan por el Bienestar Comunicativo de la Comunidad
Educativa, por la Prevención e Intervención de los Desórdenes y/o Deficiencias
Comunicativas presentes en el ámbito escolar.
·
Contribuir
con Acciones Institucionales tendientes a fortalecer en los estudiantes la
Comprensión Creativa e Innovadora de las Competencias Básicas y los desempeños
frente a situaciones como: Pruebas de Estado, Servicio Social y Servicio
Militar.
·
Promoción
de la investigación como herramienta en la construcción del perfil
institucional.
·
Participación
directa en instancias organizativas del Gobierno Escolar como: Consejo
Académico, Consejo Directivo, Comité de Convivencia y Comité de Evaluación y
Promoción.
·
Asesorar,
apoyar e intervenir desde un Enfoque Pedagógico Curricular el desarrollo de
Procesos Educativos que beneficien a los estudiantes.
·
Desarrollo
de actividades tendientes a disminuir la incidencia de los Problemas de
Aprendizaje y Deserción Escolar.
·
Integración
al Aula Regular de estudiantes con
necesidades educativas transitorias y permanentes.
·
Asesoría
y acompañamiento a las familias de estudiantes con necesidades educativas
transitorias, permanentes y a las familias de los estudiantes que lo requieran.
·
Propiciar
estrategias de permanencia y promoción de estudiantes de las Instituciones
Educativas.
·
Apoyar
y asesorar a maestras y maestros en los planes de aula en cuanto a programación
y metodología para dar respuesta a la diversidad y necesidades particulares de
los estudiantes.
La incursión del trabajo social en la melodía educativa
Histórico Centro de Diagnóstico y Tratamiento República Argentina. Bogotá DE, 1988 |
No
sobra conmemorar, que según la
Resolución 13342 del 22 de Julio de 1982, el Ministerio de
Educación Nacional fija las funciones para los trabajadores sociales, en el
campo de la escolarización, como un avance en el posicionamiento profesional.
Para esos históricos instantes se determinó: 1)Diagnosticar la realidad socioeconómica de los estamentos que
conforman la comunidad educativa; planear y preparar, en coordinación con los
demás servicios de bienestar, las actividades de su dependencia, de acuerdo con
los criterios establecidos por la dirección del plantel; ejecutar y evaluar las
actividades programadas; presentar periódicamente informe al rector del plantel sobre las actividades
programadas y ejecutadas; cumplir jornada escolar; responder por el uso
adecuado, mantenimiento y seguridad de los equipos y materiales confiados a su
manejo; y cumplir las demás funciones del cargo que le sean asignadas”.
Esta
base legal posibilitó a las instituciones escolares ensanchar sus plantas de
personal y ampliar su radio de acción con el apoyo de profesionales del Trabajo
Social desplazados de las bases del magisterio, en algunos casos y en otros
fueron vinculados directamente por las entidades territoriales, especialmente
en la Educación Secundaria y Media Vocacional, donde existe un espacio
denominado Servicio Social[3]
y la orientación vocacional.
Diagnóstico
de la comunidad y Bienestar son las dimensiones
relevantes para el MEN en el sector educativo con la promulgación de este acto
legal. El primero, heredado de método tradicional conocido en la historia del
Servicio Social como “la organización
de la comunidad” y posteriormente denominado “desarrollo de la comunidad”. El segundo, impregnado por la
política desarrollista de la
CEPAL y concebido como una metodología del proceso de democratización, cuyo basamento era “la ayuda mutua y el estímulo al apoyo
popular” e inspiraba en la teoría
de la Marginalidad.
Se
trataba de llevar bienestar a los más débiles en términos de elevar las
condiciones de vida al quedar por fuera del sistema productivo, más no del
consumo; es decir, se procura un asistencialismo más tecnificado, desde la
óptica liberal y de Estado Benefactor. En el decenio del 80, en América Latina,
se percibe el eco de las tonadas orquestadas por la política internacional, en
las decisiones de los gobiernos de turno en los países denominados
“Subdesarrollados”, con sus consecuentes implicaciones en el diseño de métodos
y estrategias de intervención, por parte de los profesionales y funcionarios
públicos y privados.
Tal
fue el impacto de las melodías foráneas, que las Naciones Unidas declararon ese
lapso como “la década perdida
en educación”. El profesor Frenando
Reimers, en un estudio publicado en 1990, al ocuparse del asunto apunta: “Durante
la década pasada los países latinoamericanos iniciaron procesos de ajuste
económico como respuesta a la crisis de la deuda. Estos ajustes afectaron el
desarrollo de los sistemas educativos exacerbando viejas molestias y creando
problemas nuevos, comprometiendo de este modo el desarrollo social, económico y
político a largo plazo”[4],
prescripción que en la actualidad
evidencia los nuevos problemas y sus efectos damnificadores del bien
público.
La actuación de trabajo
social en el concierto
Pese
a que los planes de estudio de las universidades formadoras de Trabajadores
Sociales no han contado con la asignatura de pedagogía ni con seminarios
específicos en educación, como si ocurrió con las primeras escuelas de Servicio
Social[5](1936,
1948); y también como lo registra la historia del Trabajo Social en América
Latina[6]
y el mundo, los pocos profesionales del ramo hemos explicitado un buen
desempeño, gracias a la autoformación y profundización en las notas musicales
de nuestro quehacer, hemos ganado audiencia al afinar el ejercicio profesional.
Desde
la expedición de la Ley
General de la
Educación , la intervención de Trabajo Social toma fuerza,
porque la norma contempla la participación de la comunidad educativa en la
elaboración del Proyecto Educativo Institucional[7]:
“todo establecimiento educativo debe
elaborar y poner en práctica, con la participación de la comunidad educativa,
un Proyecto Educativo Institucional que exprese la forma como se ha decidido
alcanzar los fines de la educación definidos por la Ley , teniendo en cuenta las
condiciones sociales, económicas y culturales de su medio”.[8],
asunto para lo cual se demanda la presencia y acción de los trabajadores
sociales, por la misma naturaleza de la profesión.
No
obstante esta demanda implícita, las normas ulteriores a la resolución 13342 y
a la Ley 115,
particularmente la Ley
715 (y sus decretos reglamentarios), centrada en la privatización, el ajuste
fiscal y la despedagogización, quebrantan la presencia de los profesionales
diferentes a los licenciados y maestros, pues los gobernantes consideran que la
educación se reduce al abordaje de las áreas obligatorias y fundamentales en un
aula de clase durante cinco o seis horas de 60 minutos y en un lapso de 40
semanas al año, sacrificando improvisadamente los avances en calidad y
cobertura logrados en tres décadas.
El
director de la orquesta considera que los oboes no tienen nada que hacer, el
número hay que reducirlo y se debe distribuir el trabajo entre los demás
instrumentos, sin considerar que la armonía se altera, que la melodía ya no sonará
lo mismo y que los asistentes (padres de familia, estudiantes y maestros)
llevan largo rato en el concierto y no quieren que ello ocurra, por el
contrario, piden al unísono el aumento de los músicos, dado que es lo poco que
le queda a las comunidades en lo atinente a la ayuda profesional individual,
grupal y comunitaria como retribución de un Estado que se proclama Social y de
Derecho.
Publicaciones de la SED |
Para
la cualificación de la profesión y para la formación de los nuevos trabajadores
sociales, queda un gran dividendo que reclama estudio e investigación, cuyos
ejes temáticos serían los siguientes: Proyectos Educativos Institucionales; el
Gobierno Escolar[9](Consejo
Directivo, Consejos estudiantiles, Consejo de padres); Asociaciones de padres
de familia[10]; Comité
de Convivencia, Consejo académico y Comité de Evaluación*; apoyo a los proyectos de aula,
institucionales y comunitarios; personería escolar[11];
Orientación y asesoría pedagógica a los docentes y directivos docentes;
atención de problemas individuales y grupales de los estudiantes en
concordancia con la
Orientación Escolar ; coordinación de acciones con
organizaciones comunitarias (JAC, ONGs, entidades gubernamentales, otras);
elaboración de diagnósticos individuales, familiares, institucionales y
comunitarios[12]; entre
otras acciones de carácter interdisciplinario y multidisciplinario, ahondando
en el saber pedagógico.
Trabajo social y pedagogía: dos
saberes en el concierto educativo
INEM: Modelo escolar que llegó a Colombia con equipo de orientación escolar inmerso Trabajo Social. |
La
discusión en las comunidades académicas respecto a si la pedagogía es una
disciplina, una ciencia o un arte concuerda mucho con la del Trabajo Social en
cuanto a lo mismo, aunque Ander Egg[13]
avanza en definir a este último como una tecnología muy similar con la Medicina , la ingeniería y
la animación cultural, teniendo en cuenta que no ostentan un cuerpo teórico
propio, pero al igual que todas las tecnologías sociales tienen un fundamento
científico o una apoyatura teórica. A la pedagogía[14],
hay quienes la califican como un saber socorrido, es decir, toma teorías
prestadas de otros campos de la ciencia y la tecnología. Podríamos hipotetizar,
en los dos casos, que hay campos* de saber teórico práctico[15] , cuyo radio de acción se sumerge en lo
ancho y largo de la cultura.
Otro
de los puntos compartidos entre el Trabajo Social y la pedagogía es la influencia de las escuelas de pensamiento.
La pedagogía en su primera edad es conocida como Pedagogía tradicional
emergente en el siglo XVII, caracterizada por un estructura piramidal; el
formalismo, la memorización, el autoritarismo; el magicentrismo y la
homogenización del método de enseñanza, con bastante afluencia del idealismo y
el empirismo. También está el
modelo conductista, hijo de la Revolución Industrial ,
centrado en la
experimentación objetiva, en la explicación mecanicista de la conducta y la
aplicación técnica de los aprendizajes.
Aporte de Paulo Freire a Trabajo Social |
El Trabajo social en esa misma
edad de la pedagogía, pero en tiempo cronológico distinto y en circunstancias
socio históricas similares, vive acontecimientos en los cuales su accionar está
erigido por el espontaneismo y el Cristianismo con su mirada caritativa; luego,
viene el enfoque objetivizador irradiado por el positivismo principalmente, el
liberalismo y el tecnicismo. No escapa tampoco a la contribución de los métodos
de la psicología conductista y el psicoanálisis.
El debate por el reconocimiento de las
profesiones, a partir de la separación del sujeto con el objeto y la
explicitación de este último como monopolio de una ciencia o disciplina para
determinar su existencia o desaparición es el tendón de Aquiles en la academia.
De eso no escapamos los Trabajadores sociales frente a nuestras hermanas: la
sociología, la psicología y la
Antropología , entre otras.
Subsiguientemente
viene un periodo en el cual, tanto la pedagogía como el Trabajo Social, son
afectados por la concurrencia de la política en cuanto ciencia y como
dimensión personal y profesional. El marxismo juega un papel importante en la
pedagogía y en el Trabajo Social, instalando la discusión alrededor de la
praxis, la organización, la acción transformadora y la liberación. En este
estadio encontramos a Paulo Freire, pedagogo brasilero representante
suramericano de lo que Jesús Palacios[16]
denomina tendencia sociopolítica del marxismo.
Para
Freire “el
trabajador social no puede ser un hombre neutro frente al mundo, un hombre
neutro frente a la deshumanización o a la humanización, frente a la permanencia
de lo que ya no representa los caminos de lo humano o el cambio de estos
caminos...O adhiere al cambio que se encause en el sentido de la humanización verdadera del hombre, de su
ser más, o queda a favor de la permanencia. Esto no significa, con todo, que
deba en su labor pedagógica, prescribir su acción a los demás”[17]
Medio de divulgación creado con el Movimiento Pedagógico |
Cavando
en el papel del pedagogo y del trabajador social apreciamos que entre el
primero y el segundo hay concordancias visibles. El pedagogo en sus primeros
tiempos se asumía como el portador y distribuidor del saber, el maestro era
quien ejercía el poder hegemónicamente sobre los estudiantes, mientras que el
agente del servicio social era visto como dador y gestor de recursos para
paliar necesidades básicas insatisfechas, por la supremacía del capitalismo. En
épocas subsiguientes el maestro ha venido centrando su rol en reconocer al
estudiante como un sujeto capaz de aprender, en una persona para quien el único
lugar de aprendizaje no es la escuela ni el exclusivo enseñante el maestro. El
maestro, sin conocer los postulados Heideggerianos infirió que “los más difícil de enseñar es dejar
aprender”.
Por su
lado, las comunidades, los grupos y las personas fueron aprendieron a sentirse sujetos políticos,
libres y autónomos capaces de pensar y gestionar sus servicios y la
satisfacción de las necesidades rompiendo la dependencia de funcionarios y
agentes externos, bajo las frondas del mesianismo. En palabras de Fals Borda, creando
una ciencia propia y dejando de lado el colonialismo intelectual
El
trabajador social influenciado por la concepción filosófica y política de la
liberación comprendió que su labor está encaminada más a la potenciación de las
organizaciones y los sujetos, que a la práctica de costumbres caritativas,
asistencialistas, curativas y de paternalismo; en este sentido, el conocimiento
científico, las metodologías participativas y el uso de tecnologías de punta
han sido herramientas claves en el crecimiento y desarrollo tanto de la
pedagogía como del trabajo social.
La
profesora Olga Lucía Zuluaga plantea que “Hoy en día el
lugar de elaboración
de la pedagogía ya no es la
escuela, sino la ciencia...”[18] trazado que sin duda también toca el
ejercicio del trabajo social. En el atardecer del siglo XX y en la alborada del
tercer milenio entra mucho en juego la pregunta por el sentido de las prácticas
sociales; parodiando a Foucault se estaría hablando de la Genealogía-Arqueológica ;
es decir del estudio de las prácticas y sus problematizaciones.
La grandiosa Asociación Distrital de Educadores ADE. Directivos tomando el sol. 2013 |
La primera
interacción solemne con la SED, dentro del nuevo Plan de Desarrollo de la
Ciudad, se llevó a cabo el 27 de Mayo del año 2004, en el marco del seminario: La
orientación escolar: soporte pedagógico,
perspectivas de prevención y retos
políticos, llevado
a cabo en Compensar. De ahí en adelante hubo conversaciones,
rumores infundados algunas veces, manifestación de problemas en las
instituciones en lo atinente al ejercicio de la
orientación y a final de año, la negación de traslados para
orientadores.
La agudización de los problemas llevó a que el 23 de noviembre del año en curso, la SED en
cabeza de Alejandro Álvarez y Miguel ángel Pérez, subsecretarios Académico y
Administrativo, respectivamente, la Junta Directiva de la ADE en pleno y un
extenso grupo de maestras y maestros de la Orientación Escolar, nos diéramos
cita en la sede del sindicato, para dialogar acerca de una serie de situaciones
laborales, académicas, institucionales, profesionales y de la política
educativa en general. En esa conversación franca y amistosa, la administración
de la SED puso en el debate público la importancia de que Orientación Escolar
de Bogotá tuviese en cuenta en su ejercicio tres componentes fundamentales a
saber: 1) Derechos Humanos e Infancia, 2) El Clima Institucional y 3) Las
Formas Organizativas a escala local y de los PEI. Surgió la necesidad de conformar una Mesa
de trabajo, la cual estaría
constituida por dos representantes de cada localidad, elegidos por
orientadores y orientadoras en los días inmediatamente siguientes, para lo cual
la SED enviaría las directrices a los
coordinadores y coordinadoras del CADEL y éstos a los rectores y rectoras. La
dinamización de estas primeras actividades conducían a la instalación de la
mesa de trabajo, evento efectivamente
convocado para la noche de las velitas, el día 7 de diciembre del año en
mención, en Compensar.
Las famosas Unidades Básicas creadas en el gobierno de Virgilio Barco. Bogotá DE |
Con este acto nos acercamos al ascenso de una nueva
escalinata en la lucha de la Orientación Escolar por su reconocimiento, como
saber específico, como práctica educativa, social, pedagógica y política, y
como derecho de los niños, niñas, jóvenes, padres de familia y docentes en
general, luego de haber sobrevivido ante el agreste enviste de las dos
administraciones distritales anteriores y aún expuesta al aniquilamiento por
las políticas nacionales; después de haber librado varias batallas en la JUDI,
en el Concejo capitalino, en los colegios, en las calles y en cada lugar de
trabajo; una vez realizados cinco seminarios, más de dos decenas de reuniones y
la escritura de varios documentos derivados de la exploración documental, del trabajo
de campo, de la reflexión sesuda sobre la experiencia y del debate serio y
fraterno.
La
Mesa de Trabajo, en este contexto histórico, cultural y político es un
escenario de conversación, discusión argumentada, avizoramiento de
posibilidades y de construcción colectiva, donde intelectuales, representantes
de la administración de la SED, dirigentes sindicales y docentes con formación
en disciplinas afines a la orientación, que ejercemos nuestra acción pedagógica
en tal dimensión de la escolaridad, tomaremos decisiones respecto a la
situación organizativa, teleológica, metodológica, cultural y política de la
Orientación Escolar. Para allanar la senda que nos proponemos recorrer es
importante contar con los siguientes elementos en el equipaje, que nos permitan
echar mano en el momento en que se requieran y así oxigenarnos y avanzar:
Alejandro Álvarez, Secretario Académico de la SED. |
El
día 21 de febrero*, un
grupo de compañeros y compañeras integrantes del E-40 (grupo de los 40
representantes) y de la Junta Directiva de la ADE, cumplió la primera cita en la
SED. Allí conversamos con la administración, fijando la atención en dos
aspectos centrales a saber: el primero, relativo a lo laboral, donde se
puntualizó: a) Es posible una jornada de seis horas, previa claridad de los
compromisos de los orientadores y orientadoras con la política de infancia y
luego de determinar qué significa lo presencial. b) Los nombramientos de nuevos
orientadores y orientadoras en provisionalidad, siempre y cuando la Secretaría
de Hacienda Distrital avale la propuesta de la SED y el Alcalde Mayor emita un
acto administrativo sobre el particular. Al mismo tiempo, contando con que el
MEN no coloque trabas, alegando lo atinente a las transferencias y al Sistema
General de Participación. c) Traslados. Al respecto, la administración fue
clara en pedir a la mesa y a los orientadores en general, apoyo en el
establecimiento de criterios para ello. En lo concerniente a la a jornada, se
aseveró que ese acuerdo quedaría puesto en un acto administrativo. También
quedó claro, no acordado, que lo profesional y lo organizativo está ligado a lo
laboral y viceversa; de tal suerte que no se pueden saltar escalones, pues los
avances en un aspecto determinan los de otros.
El segundo aspecto central, fue el de lo profesional y
organizativo. Aquí, la administración refiere a un documento en penúltimo
hervor, donde destaca unos modelos de orientación ejercidos en Bogotá. En esa
ligera presentación, se advierte que “todos tenemos que redefinir
las funciones” y se debe crear
una comisión “de ustedes y nosotros que avance con la propuesta integral”. En esa dirección, floreció la constitución de
una Comisión de Trabajo, la cual se reuniría el viernes 25 en la SED, integrada por tres orientadores-as
de la Mesa y un número no precisado de funcionarios de la SED.
La misión de la comisión gravita alrededor de la articulación de la política de infancia, lo organizativo y lo laboral. Es procedente precisar, con un propósito formativo, que en la dinámica del equipo que actuó como vocero en la ascensión de esta segunda escalinata, hubo un clima de debate sostenido, respetuoso y amable, y con base en esa lógica se entregó el informe consensuado. Otro punto a tener en cuenta, es que no todos los detalles, minucias y anécdotas se pueden registrar en un informe de Comisión, máximamente si tenemos en cuenta que no se ha negociado nada, sino solamente estamos en conversaciones, pero eso no es motivo para que en el transcurso del diálogo no se eche mano de los apuntes para ilustrar determinadas situaciones.
La misión de la comisión gravita alrededor de la articulación de la política de infancia, lo organizativo y lo laboral. Es procedente precisar, con un propósito formativo, que en la dinámica del equipo que actuó como vocero en la ascensión de esta segunda escalinata, hubo un clima de debate sostenido, respetuoso y amable, y con base en esa lógica se entregó el informe consensuado. Otro punto a tener en cuenta, es que no todos los detalles, minucias y anécdotas se pueden registrar en un informe de Comisión, máximamente si tenemos en cuenta que no se ha negociado nada, sino solamente estamos en conversaciones, pero eso no es motivo para que en el transcurso del diálogo no se eche mano de los apuntes para ilustrar determinadas situaciones.
No sobra recordar, que luego de
la entrega del informe existió una ronda de preguntas, reflexiones, aportes,
clarificaciones y franco debate, situación que amerita ser tenida en cuenta en
los siguientes eventos. Del paso por esta escalerilla, podemos colegir que dialogamos,
que hicimos honor a uno de nuestros criterios de la mesa expuesto en Compensar
en la instalación de la misma; es decir, tomamos el diálogo como investigación
sin importar mucho que la
verdad saga de la boca de uno o de boca del otro o de la otra. Era indiferente
que uno tuviese la razón o que la razón
la tuviese el otro o la otra, porque lo importante era y será comprender lo que
estamos haciendo, edificar tareas, a ingeniar acciones, valorar nuestras
experiencias.
Orientación Escolar ocupa sus escaños en el concurso de ensayo de la ADE |
La siguiente reunión con la Mesa, estaba programada
para el lunes 28 de febrero, en horas de la tarde, evento cancelado por la SED,
entre otras razones por la carencia de un documento convalidado por los
maestros y maestras de la Orientación Escolar de Bogotá, asunto que demandaba en tan corto tiempo exponer y decantar los
puntos de vista de los integrantes de la Mesa, registrar conceptos e ideas, redactar el documento y trasladarlo a
las localidades para hacerle ajustes, preguntas, nuevos aportes y aprobarlo o
desaprobarlo, dado que el contenido compromete la vida laboral, profesional y organizativa de quienes conformamos la orientación
escolar.
Teniendo
en cuenta lo expuesto, el grupo E-40 se
dio a la tarea de describir, analizar y
documentar las prácticas educativas de los y
las orientadoras por localidad, en la voz de sus representantes. Luego,
nos dimos a la tarea de discutir las experiencias, releer el Plan de Desarrollo
de la ciudad, el Plan Sectorial de Educación, la Política de Infancia, los
documentos elaborados en seminarios y encuentros llevados a cabo desde el año
2000. Con base en este ejercicio
colectivo, se erigió la silueta de un
documento general destinado a la administración de la SED, previamente
estudiado por los compañeros y compañeras en cada una de las localidades. Ese
escrito quedó en manos de una nueva comisión para su redacción y con él se
pretende justificar las seis horas de trabajo, lo mismo que los demás docentes,
el nombramiento de más orientadores, los traslados y el reconocimiento público
y justo del quehacer profesional de la
orientación escolar en Bogotá y en el país.
Dimensiones de
la orientación escolar
1. La Cultura
Con relación a la primera dimensión, podría
aseverarse haciendo reminiscencia de Garmsci[19],
que la cultura tiene que ver con las relaciones que establece el ser humano con
la naturaleza, consigo mismo y con los demás congéneres, soportado ello en la
postura de que la persona humana es un
proceso y, precisamente el proceso de sus actos.”[20] En ese proceso de los actos de los humanos,
el conocimiento, los saberes, el arte, la tecnología, las costumbres, los
valores y el lenguaje por supuesto, son elementos sustanciales en su
constitución. Con Pierre Villar diremos,
en un texto sobre la escuela primaria, que se llama cultura a determinada
capacidad de utilizar como instrumento, y gozar como juego, un conocimiento
interiorizado, convertido en parte integrante de la persona. Tal capacidad
puede ser alcanzada de dos maneras: por
herencia e impregnación, por transmisión familiar y social o por reflexión de
segundo grado del individuo sobre el conocimiento adquirido”[21]
Maestros del Colegio. Distrital.Nuevo Horizonte reflexionado sobre los Derechos Humanos con la ADE |
Las manifestaciones de los jóvenes, de los niños,
niñas y el comportamiento y recomposición de sus familias, son evidencia de una
cultura que Margaret Med, en boca de Jesús Martín Barbero, denomina
prefigurativa en la que se instaura una ruptura generacional, que es la que
vivimos en el momento, sin parangón en la historia, pues señala no un cambio de
viejos contenidos en nuevas formas o viceversa, sino un cambio en la naturaleza
del proceso... Se trata de inmigrantes
que llegan a una nueva era: algunos como refugiados y otros como proscritos” [22].
Esos actos de los humanos de finales del siglo XX y principios del XXI ponen en
tensión el sentido de la orientación
escolar, afectan sus prácticas y resignifican el quehacer. La instauración de
una ruptura generacional lleva a los maestros y maestras, no sólo de la
orientación escolar, sino del magisterio en general, a construir discursos y
prácticas acordes a momento histórico que
estamos viviendo. En esa línea de ideas, la orientación escolar, al
ocuparse de la pregunta: ¿A quiénes
enseña? interpela la cultura, más ampliamente aquello que Eloísa Vasco[23]
denomina la dimensión sociocultural, que
aborda la influencia del ambiente socioeconómico, cultural, ambiental y
familiar en la vida escolar y que, por lo tanto, afecta necesariamente la enseñanza y el aprendizaje.
Podríamos
seguir referenciando conceptos de cultura y entramando una obra epistemológica,
para aseverar que la orientación escolar
lleva consigo el matiz de lo cultural. En eso el mismo magisterio colombiano, a
través del Movimiento Pedagógico y recientemente con la Expedición Pedagógica,
ha notificado a Colombia y a Latinoamérica, del papel de los educadores como trabajadores
de la cultura, pues todas las
relaciones que atraviesan la escuela y a sus actores llevan consigo la
dimensión cultural, no escapan a ella, como tampoco se salva la Orientación
Escolar.
2 Lo Educativo
Pedagógico
Memorias 2a Asamblea Pedagógica Distrital. Comisión Pedagógica, Bogotá DC, 1995.. |
El bagaje teórico acerca de la
educación y la pedagogía es vasto y sus
manifestaciones en las prácticas informales y
formales son diversas, procedentes de variadas vertientes y escuelas de
pensamiento, asunto que hace rico e interesante el ejercicio del magisterio y
particularmente la orientación. Queriendo ubicar una reflexión convocante
y de convergencia teórica, acudimos al aporte del profesor Ricardo Lucio, quien desarrolla el concepto
de los educativo y lo pedagógico en los siguientes términos: "El proceso
educativo puede desarrollarse de manera artesanal, casi que intuitiva, como lo
han desarrollado todos los pueblos en algún momento del transcurso de su
historia. En este sentido existe un saber implícito, no tematizado, en la
práctica educativa de todos los pueblos, que forma parte de su acervo cultural,
y que puede llamarse saber educar.
En la medida en que ese saber se tematiza y se hace explícito, aparece
la pedagogía. Hay pedagogía cuando se reflexiona sobre la educación, cuando el
saber educar implícito, se convierte en un saber sobre la educación... La
pedagogía como saber teórico-práctico explícito sobre la educación, está
condicionada por la visión amplia o
estrecha que se tenga sobre educación y a su vez, por la visión que se asuma
del hombre, como ser que crece en una sociedad” [24]
Los maestros y maestras de la orientación escolar,
pese a su composición multidisciplinar y transdisciplinar, centramos nuestro
accionar en el campo educativo y tenemos como horizonte el saber pedagógico,
como soporte el discurso pedagógico y como referente la cultura pedagógica. En
esa lógica de comprensión, nuestro quehacer asume actos educativos emergentes
del saber educar o del sentido común al cual alude Bernstein[25] y del saber sistematizado. La reflexión
del orientador acerca de la educación traspasa lo que el grupo Federici denominaba las fronteras
de la escuela;[26]
es decir, se ocupa del saber
teórico-práctico explícito sobre la educación, dado en la formalidad
escolar. Huelga decir, en las pedagogías
visibles y también en todas aquellas relaciones que escapan al ritual del
maestro con el alumno en el proceso de enseñanza y aprendizaje, léase currículo
oculto, o volviendo a Bernstein, Pedagogías Invisibles. Puestos así los
acontecimientos, la visión de quien hace orientación escolar es una visión
amplia sobre educación y la visión que se asuma del hombre y de mujer, de niño,
niña, maestro, maestra, infancia, adolescencia, escuela, familia y comunidad,
es igualmente compleja.
3 Lo Político
Estudiantes luchando por la Educación Pública. Bogotá DC |
El actual Plan
de Desarrollo de Bogotá, tiene una similitud en sus intencionalidades y en su
sentido político, guardadas proporciones, claro está, con la propuesta que
Paulo Freire diseñó y dinamizó en el Brasil en los años sesenta. El título de
uno de sus libros, así lo deja entrever: La
educación en la ciudad. Freire abogaba por el rol del educador como un
sujeto político, por la defensa de la Educación Pública y por la educación emancipadora. La postura
Freiriana, cuyo método es el diálogo y su propuesta la concientización;
reconoce y hace suyos los
conflictos y la aquiescencia de los mismos como parte de las relaciones entre
los humanos y de éstos con la naturaleza y con el ser humano mismo, también se
apoya en la racionalidad comunicativa afirmada en la argumentación, el
desarrollo lingüístico y el diálogo cultural, desarrolla los vínculos entre
lenguaje, conocimiento y poder, generadores todos ellos de esperanzas de
transformación de las condiciones sociales, culturales, políticas y económicas
de quienes viven en desventaja humana, a partir del reconocimiento como sujetos
políticos y de saber.
En el extenso estado del arte atinente al espectro
político, nos topamos con Hannah Arendt, quien
distingue tres tipos de actividades y esferas humanas: la labor, el
trabajo y la acción. De las tres, dice ella, sólo esta última es propia y
exclusiva de los seres humanos, ya que constituye no tanto la condición sine qua non, sino la condición per quan de la vida política y
finaliza diciendo: “Ser político,
vivir en una polis, significa, que todo se decía por medio de las palabras y la
persuasión y no con la fuerza y la violencia... mandar en vez de persuadir,
eran formas prepolíticas para tratar con gente que estaba al margen de la
polis... la
política es impensable fuera de la sociedad: ni los dioses, ni las bestias son capaces de ella”[27]
lo que lleva a comprender, sin tanta
dificultad, que todos somos políticos, porque actuamos y actuar significa poner
el poder en escena, en juego.
Foucault al poner en interlocución el poder y la
acción afirma, que “el poder existe solamente cuando es puesto en
acción”. Entre tanto, para Zuleta el poder “es un empleo que se desempeña, es un mandato que puede ser revocado,
y que, en cualquier caso, está circunscrito a un período”. Recuerda
Estanislao Zuleta en la construcción de esta categoría, que Hegel indicaba que
el poder alcanza a confundirse con la verdad, llegando al grotesco
acontecimiento que conocemos, de formaciones políticas que no solamente
legislan en términos más o menos generales, sobre las relaciones interhumanas,
sino que deciden cómo se pinta, cómo se hace música, qué es ciencia, cómo se
valúa, qué se enseña, cuánto tiempo se trabaja. “El poder confundido con el saber es una tragedia[28]”, culmina asegurando el pensador paisa.
Primer texto sobre personería escolar. Bogotá DC |
Todas las personas queremos y tenemos poder de alguna
manera y en diferentes espacios. En la familia, por ejemplo, el poder se puede
encontrar centrado visiblemente en el padre, en la madre y en los hijos, sobre
todo, en los varones mayores, raras veces en las jóvenes. Los educadores en
todo el ritual de la clase y en la regulación del comportamiento de los
educandos, ejercemos poder y plasmamos
posturas políticas y culturales a través del discurso y de la práctica
pedagógica. El ejercicio de la orientación escolar, es una constante tensión
del poder y del saber que entrevera todas las relaciones del currículo
explícito y del oculto. Ahí, en cada acción, se materializa el poder como médula espinal de la política.
El derecho a participar es el dispositivo visible
mediante el cual el poder se hace presente o ausente en la vida escolar. La Ley
General de la Educación y la
Constitución, legitiman el poder de los ciudadanos al invitarnos a la organización y a participar en la toma de decisiones
sobre la vida del país, y en el caso de la escuela, en lo concerniente a la
educación de sus hijo-as en el Proyecto Educativo Institucional. Igualmente el
conocimiento, ejercicio y protección de los derechos políticos, sociales y
culturales y los derechos colectivos son componentes colosales de la dimensión
política.
4. Lo Histórico-Social
Aduce Humberto Maturana,[29]
que el surgimiento de lo humano se produce en el origen del lenguaje y que la
génesis del lenguaje requiere de la convivencia social y que la emoción que
funda lo social es el amor, como el dominio de las acciones que constituyen al
otro como un legítimo otro en la convivencia con uno. Esta trama semántica, que
no es solamente semántica sino del resorte de la polisemia, posibilita enunciar algunas ideas respecto la dimensión social en el ámbito de
la Orientación Escolar.
Movilización del magisterio colombiano. Plaza de Bolívar. Bogotá DC. |
Lo social intima los valores, la cultura, el poder,
los afectos, el lenguaje, la educación y otros menesteres de la vida humana.
Todos estos constituyentes de las personas tienen lugar en lo colectivo, en lo
no gregario, en lo grupal; han sido eslabones en la organización de la
humanidad; son la médula espinal de las formas primigenias y secundarias de la
composición y recomposición de las instituciones y de las formas de relación
entre sus miembros, de las normas y cánones. La tribu, el clan, la familia, la
comunidad ampliada, compuesta y tribal, el Estado, la escuela y la ciudad, son
expresiones de ese largo periplo en la construcción de lo social. Nosotros somos animales en tanto pertenecemos
a la historia que nos da origen, pero somos cooperadores, asevera Maturana[30]. Pero la cooperación como principio y como
valor “se da sólo y exclusivamente en
las relaciones de mutuo respeto. La cooperación no se da en las
relaciones de dominación y sometimiento. La obediencia no es un acto de
cooperación.
La
cooperación se avizora como la actitud personal dirigida a potenciar la trama
de relaciones que une a los miembros de una sociedad, pero no por afán
instrumental, sino por afán de lograr con los restantes miembros de la sociedad
un entendimiento, y también como la actitud social dirigida a potenciar a los
más débiles, habida cuenta de que es posible intentar una igualación, si
queremos que todos puedan ejercer su libertad.
Comunidad Wayúu. |
El
sentido de la Orientación Escolar, ha tenido como constelación lo social y sus
estrellas han sido el saber, la investigación, la potenciación de los sujetos
inmersos en la escuela y fuera de ella, la interrelación con estamentos
mediante la estrategia intersectorial e intrainstitucional. En esa misma línea
de movilización, la orientación escolar ha estado vigilante de la vivencia de
los Derechos Humanos, se ha mantenido expectante de las relaciones de poder,
comunicación, saber y afecto de la familia con los estudiantes, no ha sido
ajena al ejercicio hermenéutico de comprender las relaciones entre todos los
actores de la comunidad educativa, para generar tejido social, para dar paso a
la hifología y a la logósfera
educativas. Tampoco ha hecho caso omiso de la infancia, pues gran parte
de las acciones, proyectos, planes y programas han tenido como epicentro la
infancia.
De la
Orientación como servicio a la Orientación con perspectiva de Derechos.
Libro publicado por la UNAD |
Varios han sido los modelos a los que ha respondido el
accionar de la Orientación Escolar en Colombia y en el mundo. Uno de esos
modelos de intervención es el de servicios. Al respecto, en los años setenta se
expresaba lo siguiente: “Parece
preferible considerar la orientación como un programa de servicios, los cuales
pueden ser reconocidos, definidos, administrados y evaluados”[31]. Dos decenios después, la Ley
General de la Educación hereda la expresión y la incorpora en el artículo 40
del decreto 1860 de 1994. Allí, además de estipular sus objetivos, enfatiza: “en todos los establecimientos educativos se
prestará un servicio de orientación estudiantil”. En lo concerniente al
objetivo general particulariza: “La
toma de decisiones personales; identificación de aptitudes e intereses;
solución de conflictos y problemas individuales, familiares y grupales;
participación en la vida académica, social y comunitaria; el desarrollo de
valores, y las demás relativas a la formación personal de que trata el artículo
92 de la Ley 115”. El modelo en mención se ha caracterizado, de una parte, porque la solicitud de asistencia la
hace el sujeto necesitado y, de otra a causa de una intervención remedial, en
la que se actúa generalmente sobre el problema y no desde el contexto donde se
desarrolla la situación.
Algunos
referentes respecto a las necesidades.
Delegación de la SED en el Congreso Mundial de Convergencia con Manfred Max Neef . Cartagena 1997. |
En la década del 90,con la Apertura Económica,
dispositivo que notifica a Colombia sobre la presencia del Estado neoregulador, la concepción de servicio toma fuerza, dado que las
conquistas de los sectores populares,
trabajadores, estudiantes, mujeres, indígenas y organizaciones sociales, en
general arrancadas al estado benefactor, cambian su materialidad, sus
funciones, las competencias; es decir, toman el matiz de mercancía en el
perplejo renglón económico de los servicios. De la coordenada de
los derechos, avizorada hasta entonces, se pasa abruptamente al de servicios;
de ahí la estipulación constitucional de la educación como Servicio Público
prestado por el Estado, los particulares o por entidades mixtas. La Orientación
Escolar no escapa a tal connotación, queriéndose poner en práctica estereotipos
como el asistencialismo, la curación, el
paternalismo, los consejos, el
pragmatismo, la directividad, la rehabilitación y reeducación, la
prevención, los programas, los proyectos, la consulta, la asesoría y también la investigación socioeducativa.
Ulterior a la Apertura, se evidencia el enrarecimiento de la pedagogía, de lo
cual no se libra la Orientación, como ya
se intentó enunciar en acápites anteriores.
Ya con el alba del siglo XXI, se
vislumbra la Cumbre del Milenio de las Naciones Unidas. En este evento se
presentan y se pactan los Objetivos
del Desarrollo del Milenio( ODM), dentro de los cuales se distinguen: Erradicar la pobreza extrema y el hambre, lograr educación primaria universal,
promover la equidad de género y la
autonomía de la mujer, reducir la mortalidad infantil, mejorar la salud
materna, garantizar la sostenibilidad ambiental, fomentar una asociación
mundial para el desarrollo, detener y comenzar a reducir el VIH/sida y otras
enfermedades graves. Definidos así los objetivos –de los que 18 metas
deben ser alcanzadas antes del año 2015-
no cabe duda, que su horizonte es la promoción de la paz, la realización
integral de los Derechos Humanos y la sostenibilidad ambiental, todos ellos
derechos constitucionales en nuestro
ordenamiento jurídico.
Hacia la mitad del primer
decenio del siglo XXI, el Distrito Capital se enruta en una nueva lógica de
gobierno, la cual recoge en su seno la mayoría de los Objetivos del Desarrollo del Milenio, probablemente sin
proponérselo. Se ocupa, por ejemplo, del problema del hambre, de la pobreza,
cuyos datos rezan que en el 2003 la
población por debajo de la línea de pobreza alcanzó el 66.1%, según del DANE,
de acuerdo con la Contraloría el 64.2% y con base en las
investigaciones de la Universidad Nacional 66.2%. También hace eco de la educación, de la salud, el medio ambiente, la
reducción de la mortalidad infantil, el restablecimiento de los derechos
humanos y la participación. Todos estos
componentes se hallan en la Bogotá sin
indiferencia, plan de gobierno trazado hasta el 2008; es decir, 7 años
antes de cumplirse con las metas de los Objetivos de Desarrollo del Milenio.
Bogotá vista desde el barrio Los Laches, 2011 |
Al poner en interlocución los Objetivos del Desarrollo del Milenio
y la Bogotá sin indiferencia se
colige: en cuanto a los primeros, permiten evaluar las condiciones y las
oportunidades sociales creadas por el Estado y el cumplimiento de los
estándares mínimos de realización de derechos para todas las personas, en especial
para aquellas en condiciones extremas de
vulnerabilidad. Dicho de otro modo, el ejercicio de evaluación y seguimiento a
los Objetivos de Desarrollo del Milenio debe conjugar la observancia de los
principios de progresividad y no regresividad contenidos en el Pacto
Internacional sobre Derechos Económicos, Sociales y Culturales. En lo atinente
a lo segundo, el objetivo del Eje
Social, apunta precisamente a crear condiciones sostenibles para el ejercicio
efectivo de los Derechos económicos, sociales y culturales, con el propósito de
mejorar la calidad de vida, reducir la pobreza, la inequidad y potenciar el
desarrollo autónomo, solidario y corresponsal de todos y todas.
Las políticas de protección,
promoción y restablecimiento de derechos, al igual que el ejercicio pleno de
los derechos de los niños y las niñas; y los programas Bogotá sin hambre, más y mejor educación para todos y todas, salud para
la vida digna, Bogotá con igualdad de oportunidades para las mujeres,
restablecimiento de derechos e inclusión social, son muy afines, como
políticas públicas locales, con las políticas de las Naciones Unidas. Su
propositividad encarna la cabal protección de los derechos sociales
fundamentales.
Este leve recorrido por el presente-pasado nos lleva a plantear,
que la mirada de la Bogotá sin
indiferencia y los Objetivos
del Desarrollo del Milenio se instalan en una perspectiva de derechos,
más allá de la noción de las necesidades. Vale la pena traer a colación,
que en los años 80 y 90 hizo carrera la
concepción de las Necesidades Básicas Insatisfechas, prácticamente fue una
política pública, tanto así que en el campo educativo dio pie a la Declaración
Mundial de Educación para todos: Satisfacción de las Necesidades Básicas de
Aprendizaje, acontecimiento que tuvo lugar en Jomtiem Tailandia en 1990[32].
Allí se plasmó el mandato de concentrar la
atención en el aprendizaje, aumentar los servicios de educación básica
de calidad, poner atención a las adquisiciones y resultados del aprendizaje
real, aplicar sistemas de calificación de sus logros, y se apuntó también, que
el servicio de educación básica para todos
depende de un compromiso y una voluntad política, seguida de adecuadas
medidas fiscales y reforzada por reformas políticas y fortalecimientos
institucionales.
Comunidad Negra. Pacífico colombiano, 2010 |
En el año 2000, por la misma
época en que tiene lugar el Consenso de Monterrey y la Cumbre Mundial sobre
Desarrollo Sostenible, ya en Dakar se había realizado la Declaración Mundial de
la Educación, en la que se percibe una sensación del fracaso de Jomtien.
En palabras de Rosa María Torres, “Dakar aparece meramente como un Jomtien + 10; es decir, como un
punto de reflexión entre la evaluación de una década de Educación Para
Todos y su continuación extendida por 15
años”[33]. Anterior al desalentador balance de
Dakar, Fernando Reimers,
profesor de la Universidad de Harvard,
en un estudio patrocinado por el BID, se pregunta: ¿Tiene relevancia Jomtien en
América Latina? La respuesta la encabeza su estudio aduciendo: “Durante la década
pasada los países latinoamericanos iniciaron procesos de ajuste económico como
respuesta a la crisis de la deuda. Estos ajustes afectaron el desarrollo de los
sistemas educativos, exacerbando viejos problemas y creando problemas nuevos,
comprometiendo de este modo el desarrollo social, económico y político a largo
plazo.”
El discurso acerca de la satisfacción de Necesidades
Básicas y particularmente del aprendizaje, deviene de los aportes de Jacques
Delors[34],
quien desde los años 70 emprende
esta tarea que culmina con el esbozo de
los 4 pilares básicos de la educación en el informe a la UNESCO, por la
Comisión Internacional sobre la Educación para el siglo XXI. Esos pilares
tienen como columna vertebral: aprender
a conocer, aprender a hacer, aprender a vivir juntos y aprender a ser.
Toca el concepto de necesidades, pero en otra orbita y desde otros fundamentos,
con los razonamientos de Manfred
Max-Neef en su propuesta del Desarrollo
a escala Humana manifiesta a mediados de los 80, tiempo declarado por
los organismos multilaterales como
“década pérdida” para América Latina; pues “el progreso obtenido en los años
setenta se perdió en los ochenta”* Para el
otrora miembro del club de Roma, “las
necesidades humanas, la autodependencia, y las articulaciones orgánicas, son
pilares fundamentales que sustentan el Desarrollo a Escala Humana”[35].
Al aprender a conocer de la “Educación
encierra un tesoro” Max-Neef esgrime: “Vivimos en un mundo histórico en el que sabemos mucho, sabemos
muchísimo, pero comprendemos muy poco, casi nada y el mundo actual necesita ser
comprendido más que conocido”[36].
La elevación de
necesidades a la perspectiva derechos.
Estudiantes y maestros de Bogotá participando en un seminario educativo, organizado por el IDEP. Bogotá/2012 |
Superar la lógica de las necesidades, a través de la
cual se han venido formulando las políticas sociales y específicamente las
educativas, en los últimos lustros y asumir el desarrollo como un proceso
dirigido a garantizar libertades públicas y derechos sociales fundamentales,
ese es el desafío, dado que la consecución y consolidación de la libertad y el
desarrollo es improbable a partir de la adopción del lenguaje de las
necesidades, “sólo a través de la
apropiación y asimilación del lenguaje de los derechos es posible cumplir los
objetivos del milenio” aseveran Mieles y Prada[37].
Y sólo a través del lenguaje de los derechos, de la materialización, promoción,
protección y restablecimiento de los mismos, en la Bogotá sin indiferencia, será dable transformar las prácticas
pedagógicas y afirmar el ejercicio efectivo
de los Derechos económicos, sociales y culturales de los bogotanos, con el
propósito de mejorar la calidad de vida, reducir la pobreza, la inequidad y
potenciar el desarrollo autónomo, solidario y corresponsable de todos y todas.
Y ¿“si no son los educadores quién, y si no es
ahora cuando? nos interpelaría Abraham Magendzo[38] en una de sus últimas
reflexiones.
Pensar la Orientación Escolar desde la perspectiva de
derechos humanos, genera tensiones, forja rupturas paradigmáticas, funda
angustias, exige estudio e investigación, convoca reflexiones profundas y
demanda compromisos políticos. Madurar la Orientación a partir del ámbito de
los derechos humanos, implica acceder a una postura educativa desde la óptica
de las pedagogías críticas. Asumir la orientación en perspectiva de Derechos
Humanos, reivindica la historia y el fin de la educación en sí misma. Pensar la
orientación desde los Derechos Humanos, requiere asumir la Bogotá sin indiferencia y la Bogotá una gran escuela como
políticas públicas que trascienden el monetarismo, la exclusión, las recetas,
el paternalismo y las opciones paliativas a los complejos problemas que hoy
vive la ciudad. Auscultar la Orientación
Escolar dentro del enfoque de la Pedagogía Crítica, ostenta que los maestros y
las maestras de la misma y el magisterio en general debemos comenzar por dignificar
nuestra posición, reconociendo que la fundamentación de toda actividad humana,
incluyendo la enseñanza, está comprometida con la posibilidad de la vida humana
y la libertad. Los teóricos críticos, comienzan con la premisa de que los
hombres y las mujeres no somos en esencia libres y que habitamos un mundo
repleto de contradicciones y asimetrías, de poder y privilegios[39].
Comunidad urbana. Bogotá DC. 2010 |
El surgimiento de la
educación en derechos es relativamente reciente en América Latina y en
Colombia. El estado del arte da cuenta de su importancia primigenia en la
educación popular. En lo formal, a pesar de lo expuesto en la Declaración
Universal de las Naciones Unidas[40], se tiene
conocimiento de sus reflexiones desde la segunda mitad del decenio de 1980[41] Se sabe también que su etiología abarca, al
menos dos selectas situaciones: la primera, haber surgido en y de condiciones
políticas de conculcación de derechos,
lo que ha determinado que el tema se viese cruzado por las tensiones sociales y
políticas, vividas en los países latinoamericanos, dentro de los cuales
Colombia y su capital padecen el flagelo, si se quiere con más intensidad. La
segunda situación, se centra en la necesidad de instaurar una cultura de la
vivencia de los derechos humanos, horizonte clarividente en el Plan de
Desarrollo: Bogotá sin indiferencia un
compromiso social contra la pobreza y la exclusión.
La incorporación de los
Derechos Humanos en la educación, ha sido el resultado de un largo proceso en
el que éstos han adquirido una fuerza relevante en los planos moral, político y
cultural. Desde el Congreso Internacional sobre la Enseñanza de los Derechos
Humanos, realizado en Viena en 1978, hasta el Acuerdo 125 del Concejo de Bogotá
de 2004, pasando por un número finito de acciones en pro de la enseñanza de los
mismos, ha habido una tensión latente en su cultivo. Tanto así que hoy se
reconoce que el concepto de educación ha dejado de ser para el Derecho Internacional un concepto vacío y neutro.
La enseñanza ya no es una acumulación de conocimientos, técnicas y habilidades materiales. Ello “está por fuera del tiempo, de la moda, de la época, es anacrónico” evocando el pensamiento del profesor Rafael Flórez en su libro Hacia una Pedagogía del Conocimiento. La enseñanza es un concepto lleno de contenido e ideología, de ahí el parentesco del maestro y la maestra con la política, con la hegemonía o la emancipación, con la reproducción, resistencia o transformación de la realidad.
La enseñanza ya no es una acumulación de conocimientos, técnicas y habilidades materiales. Ello “está por fuera del tiempo, de la moda, de la época, es anacrónico” evocando el pensamiento del profesor Rafael Flórez en su libro Hacia una Pedagogía del Conocimiento. La enseñanza es un concepto lleno de contenido e ideología, de ahí el parentesco del maestro y la maestra con la política, con la hegemonía o la emancipación, con la reproducción, resistencia o transformación de la realidad.
Panorámica de Medellín con el Metrocable, 2010 |
Si la enseñanza ya no es una
acumulación de conocimientos, técnicas y habilidades materiales, tampoco
instrucción, los Derechos Humanos no son un tema, tampoco un anexo, ni un
apéndice de la cultura, menos una carga curricular. Concretamente son demandas
de libertades, facultades o prestaciones, directamente vinculadas con la
dignidad o valor intrínseco de todo ser humano,
reconocidas como legítimas por la comunidad internacional -por ser
congruentes con principios
ético-jurídicos ampliamente compartidos– y por esto mismo consideradas
merecedoras de protección jurídica en la esfera interna y en el plano
internacional. Los Derechos Humanos son una conquista de la humanidad. En lo
perteneciente a la educación, la Corte Constitucional ha expuesto mediante
sentencia T-002 de 1992, que “En la medida en que la persona tenga igualdad de posibilidades
educativas, tendrá igualdad de oportunidades en la vida para efectos de su
realización como persona”; por lo mismo, la educación juega un rol
significativo en la prevención de la pobreza, al convertirse en un factor
crucial de acceso a oportunidades laborales.
En la enseñanza de los Derechos Humanos, en su restitución en poblaciones vulnerables, en la materialización de los mismos en la Bogotá sin indiferencia “no puede imaginarse la realización del Derecho a la Educación sin la protección de los Derechos Humanos, profesionales, sindicales y económicos de los educadores”; tal como lo anota Katarina Tomasevsky[42] en el informe acerca del Derecho a la Educación en Colombia en el año 2003.
Tercer libro producido y editado por el colegio Distrital Nuevo Horizonte. Bogotá, 2009 |
3.3. Líneas de Acción de
Orientación Escolar en el desarrollo de la política de infancia.
El profesor Flórez,
anteriormente aludido, al desarrollar el capítulo atinente a Pedagogía y formación del espíritu
indica, que toda comprensión pedagógica es una búsqueda de acuerdo alrededor
del tema o asunto del que se trate,
partiendo del diálogo entre los horizontes previos de los interlocutores.
Igualmente dijimos con Max Neef, que el mundo de hoy necesita ser comprendido
más que conocido. Estas y otras referencias plasmadas en este documento,
coadyuvan en la concreción de un acuerdo pedagógico-laboral entre la SED y las maestras y maestros de Orientación
Escolar, alrededor de la política de infancia, con base en los siguientes
criterios y líneas de trabajo:
1. Criterios
1. Reconocimiento del
valor social, cultural, político, pedagógico, preventivo e investigativo de la
Orientación Escolar en el sistema
educativo colombiano y en los subsistemas regional e institucional.
2. La infancia, como estadio
por el cual transita la humanidad ha sido motivo de ocupación de la sociedad,
del estado y en sí de las instituciones. En este sentido, las políticas
sociales, la Carta
Internacional de los Derechos Humanos, los Pactos internacionales sobre
Derechos Humanos, los Protocolos, las Convenciones, las declaraciones, verbi gracia la Declaración Mundial
de Educación para Todos y la de Dakar, los Lineamientos en Constitución
Política y Democracia expedidos en 1998; las áreas de Educación Ética y
Derechos Humanos, Ciencias Naturales y Ambientales; la Ley 115 de 1994; el
PEFADI y el PAFI, la Cátedra afrodescendientes y afrocolombianos; el Plan
Decenal 1996/2005; los Lineamientos curriculares en Ciencias Sociales
difundidos en el año 2002; los Estándares Básicos de Competencias Ciudadanas,
propagados en el año 2004, la Cátedra de Derechos Humanos, Deberes, Garantías y
Pedagogía de la Reconciliación, creada
el 9 de julio del 2004, por acuerdo 125, al igual que el Acuerdo 004 del
año 2000 y Acuerdo que establece los
Comités de Convivencia en las
instituciones del Distrito, todos ellos han sido estudiados y asumidos en su
pertinencia por la Orientación Escolar en sus prácticas educativas.
Niños ejerciendo el Derecho a la Participación |
3. El Plan de Desarrollo de
la Ciudad en general, el Plan Sectorial de Educación, los lineamientos de
política por la calidad de vida de los
niños, niñas y adolescentes de Bogotá, en particular, y el trabajo Pedagógico
en las localidades, son escenarios que convocan el sentido pedagógico de la
Orientación Escolar.
4. La etiología de los
planes y programas de la Bogotá Sin
Indiferencia, convocan al magisterio en general, a asumir una postura
política frente a la teleología de los mencionados planes, programas y
proyectos, incitando también a la defensa de lo público y la emancipación de
los sectores más deprimidos mediante la inclusión y el restablecimiento de los
Derechos Humanos, situación que compartimos los maestros y maestras de la Orientación Escolar.
5. La Orientación Escolar es
un campo del saber educativo, constituido por pedagogos con formación
disciplinar diversa, que aportan desde su especificidad y también con el saber
al proceso educativo y pedagógico a través del PEI, el Gobierno Escolar, los
escenarios intrínsecos y extrínsecos con los cuales interactúa el colegio y la
escuela, con la investigación y el trabajo colectivo, entre otros.
Pasar de la Orientación por
servicio a la de campo implica reconocer la existencia de un capital común y la lucha por su apropiación. “Un campo existe -escribe Canclini citando a Bourdieu- en
la medida en que uno no logra comprender una obra sin conocer la historia del
campo de producción de la obra”. Dicho de otra manera, la Orientación
como campo, está dotada de unos discursos propios de su saber, de un dominio
discursivo político, que tendría -como dice Mario Díaz[44]-
efectos de control sobre la producción, distribución y circulación de ese
discurso, dotado de una cierta autonomía social. En nuestra praxis, ésto se
traduciría en superar aquellos “modelos” de intervención que no se compadecen
ni con la realidad, ni con el contexto, ni con la misma dignidad, asumiendo
transformaciones mediante la investigación y la innovación.
2. Líneas de trabajo
Familia extensa del Altiplano Cundiboyacense. |
En el Seminario: La orientación escolar: Una necesidad
relevante en Colombia, los orientadores y orientadoras de Bogotá,
mediante un representativo número de ponencias, documentamos varios puntos
de vista respecto a nuestro quehacer,
pero dejando entrever el sesgo por la infancia y los Derechos Humanos.
Expusimos las características de los sujetos benefactores del Derecho a la
Educación, por medio de una tipologización, que alude a las madres gestantes y
lactantes, a niños y niñas trabajadore-as, a los niños, niñas y jóvenes
desplazados, a los enfermos, a quienes son maltratados física, sicológica y
moralmente, a los homo videns,
a los menores infractores, a los niños, niñas y jóvenes con el virus del suicidio, a los y las abusado-as
sexualmente, a quienes consumen sustancias psicoactivas, a niños, niñas y
jóvenes vulnerables por circunstancias económicas, sociales y culturales. Es
decir, notificamos a la nueva administración acerca del trabajo de la
Orientación Escolar. En esta lógica de
criterios, la Orientación Escolar en Bogotá, asumirá y cualificaría su campo de acción en las siguientes
líneas de trabajo de la política de infancia:
1. Promocionar el Derecho a
la Vida en niños, niñas y adolescentes, es decir, estimular su desarrollo, la
valoración de la misma y la anticipación a situaciones por venir. Se trata de
una política preventiva o ex ante,
que hace parte del primer eje de la política de infancia[45] para el
Distrito en los actuales momentos. Tres serán los ámbitos de intervención:
1.1 Apoyo pedagógico, a la
sensibilización, concienciación y organización de los actores educativos con el
proyecto: Escuela Promotora de Calidad de Vida, asumiendo que este trabajo
favorece el desarrollo integral de los estudiantes, dada la precariedad de
condiciones de pobreza, hacinamiento y miseria en que dinamizan su proceso
educativo.
1.2 Respaldo a los denominados Programas Especiales, particularmente
en el estudio y prevención de la violencia contra niños, niñas y adolescentes;
afirmando el conocimiento, divulgación y vivencia del Derecho a la integridad
física, psicológica y moral entre los miembros de la comunidad educativa,
siendo la familia una de las principales instancias.
Hospital Simón Bolívar. Bogotá, 2012 |
1.3 Abordar con los organismos
del Gobierno Escolar, con las instituciones de salud y con el DABS, con el
ICBF, con maestras, maestros y directivos docentes, con las familias, con los
demás estudiantes, con las madres lactantes y gestantes al igual que con los
nuevos progenitores la materialización de los Derechos de la salud sexual y
reproductiva, la prevención de enfermedades de trasmisión sexual y VIH/sida, la
interrupción del embarazo, la preservación de la vida y el respeto a la vida de
los hijos nacientes de los adolescentes escolarizados.
2. Contribuir con el pleno desarrollo de la
personalidad de los estudiantes, en concordancia, de una parte, con el objetivo
general de la Orientación Escolar expedito en la Ley 115 y, de otra, con el
segundo eje de la política de infancia: Quiéreme
bien, quiéreme hoy. Política por la calidad de vida de niños, niñas y
adolescentes en Bogotá. Cuatro
serán los frentes de interacción:
2.1 Conocimiento, respeto, vivencia y
protección de los Derechos Humanos a través del PEI, el Gobierno Escolar, el
Comité de Convivencia, los Pactos o Manuales de Convivencia, la vivencia diaria
de los Derechos Humanos dentro y fuera del colegio. Estas acciones tienen
asimetría, entre otros, con los siguientes componentes de la Carpeta Académica y de la Propuesta para la Organización del Trabajo
Pedagógico en las Localidades: Convivencia
y Democracia Escolar, Cátedra de Derechos humanos, Discapacidad y Necesidades
Educativas Especiales, Culturas Juveniles, y Construcción de una Cultura a
favor de la Infancia.
2.2 Generación de estrategias para la
materialización del Derecho a la Educación, de tal manera que el acceso, la
permanencia, la adaptabilidad, la aceptabilidad y la calidad de la educación
garanticen la ausencia de deserción, el estudio antes del trabajo infantil, la
intolerancia al maltrato, la compañía antes que la soledad, la esperanza y la
superación del consumo de sustancias psicoactivas.
2.3. La forma y el sentido
organizativo para llevar a cabo las líneas de trabajo, se tejen desde las redes* de
orientación, algunas ya existentes, otras
en vía de consecución y algunas como embriones. También se apoya en las
redes que tienen algunas instituciones y programas. Los Equipos de Orientación,
materializados en el Departamento de Orientación, en los centros escolares
actuarán como nudos y el equipo
Pedagógico Local será, junto con otras organizaciones, nodos. En está lógica de interrelación pondremos en juego
nuestro profesionalismo, no sin antes advertirle a la administración, que existen muchos nudos incompletos y para ello se requiere el nombramiento de los
orientadores y orientadoras requeridos.
Participación de la SED en el Primer Congreso Internacional de PEI. Cali /97 |
2.4 Continuamos
comprometidos con la dinamización de proyectos, programas y acciones conformes
a la orientación escolar en cuanto a los procesos de cada institución, propios
de la investigación, la asesoría, la promoción, prevención y el acompañamiento
a maestro-as, estudiantes, padres de familia y comunidad en el proceso
educativo. De la misma manera, seguiremos desarrollando en trabajo
interinstitucional e intersectorial en la concreción de actividades que le
aportan al desarrollo y concreción del PEI. Se justifica esta continuación en
la valoración de la experiencia reflexionada y en la apropiación de las
funciones establecidas de tiempo atrás.
Podemos correrle el cerrojo
a este documento aseverando, que para la realización de lo propuesto es
menester redimensionar el concepto del tiempo o si se quiere
“desconflictualizarlo” en las instituciones, toda vez que con la expedición del
Decreto 1850 y dentro del manto del Estado neo- regulador, eficientista y
fiscalista, el rol del magisterio se ha desdibujado; llevándolo a extremos como
la pérdida de autonomía en el ejercicio de su labor, entre otras cosas, por la
mirada lineal del tiempo. El tiempo dedicado a la Orientación Escolar y en
general a cualquier acción humana es ininteligible inasible e inmanente elusivo; no obstante, el
hombre y la mujer sobre todo de occidente insisten caprichosamente en la
finitud, en lo conmensurable en lo asible.
El Decreto 1850 intenta
reducir el tiempo, el espacio y la acción humana de los maestros y
orientadore-as a una rendija. “El
tiempo y el espacio son esquemas con arreglo a
los cuales pensamos, y no condiciones en las que vivimos”[46] sostenía
Einstein, por ello, esa condición que la norma ha puesto debe superarse desde
nuestro pensamiento. Esa política es anacrónica, se ha trasformado en un temor,
inhibidor del deseo. Las líneas de trabajo expuestas, para su cabal realización
reclaman un manejo del tiempo flexible, por parte de quienes constituimos la
orientación escolar en Bogotá y equitativo en relación con los demás docentes.
Dicho de otro modo, las 8 horas impuestas a la orientación escolar deben manejarse
en la misma lógica de los demás docentes, puesto que nosotros también somos
maestro-as y realizamos una labor pedagógica y disciplinar en la misma dirección formativa de los estudiantes.
El Maestro Orlando Fals Borda, creador de la Investigación Acción Participativa. |
Bueno, y no
encuentro mejores palabras para honrar a la quincuagenaria dama que evocando al
escritor de Aracataca, para advertir que: "La vida no es la que uno vivió, sino la
que uno recuerda, y cómo la recuerda para contarla". En ese sentido,
confieso que los heterogéneos relatos puestos en este documento, no son más que
un recuerdo parcial de las vivencias en el ejercicio del Trabajo social, en el
escenario de la Orientación escolar; por lo tanto, su narrativa obedece a unos
momentos históricos específicos y así deben comprenderse.
El sentido de su publicación, reitero, se puede precisar con la
ayuda de Eduardo Galeano cuando asevera que "la única manera para que la
historia no se repita es manteniéndola viva", sobre todo para quienes
están ingresando al magisterio y para quienes cursan estudios en la normal y en
la universidad. En este lisonjero recuerdo faltan muchos episodios del pasado y
del presente, sobre todo del último lustro. Sobre esas carencias, no dudo, que
los lectores y sobre todo los orientadores coadyuvarán con sus narrativas, para completar la obra y
demostrarle a la encantadora dama que: “El secreto de la felicidad no está en hacer siempre lo que
se quiere, sino en querer siempre lo que se hace”. Y esta es una demostración
de querer lo que uno hace.
BIBLIOGRAFÍA
ALCALDÍA
MAYOR DE BOGOTÁ DC. Quiéreme bien, quiéreme hoy. Política
por la calidad de vida de niños, niñas y adolescentes en Bogotá. Plan
de Desarrollo Distrital 2004-2008. Bogotá sin indiferencia: un compromiso
social contra la pobreza y la exclusión.
ARENDT, Hannah. La Condición Humana. Barcelona:
Paidós. 1.993
AZUERO
DE M. Beatriz y PUPO GOMEZ, Alfredo. Manual práctico para supervisores y
rectores de establecimientos. Bogotá : De. Colombia Nueva, 1982.
BARBERO, Jesús Martín. Heredando
el Futuro. Pensar la Educación desde la
Comunicación. Santa Fe de Bogotá: Revista NOMADAS N° 5, septiembre, 1996.
BERNSTEIN, Basil. Clasificación y enmarcación del
conocimiento educativo. Bogotá:
Revista Colombiana de Educación Nº 15 CIUP. 1985.
BLANCK-CEREIJIDO, Fanny et al. La
vida, el tiempo y la muerte.México: FCE, 1998.
CEDEÑO
ANGEL, Fulvia y HERNÁNDEZ GUEVARA, Nohema. Fortalecimiento Organizativo de
la Educación Especial en el Distrito capital. Programa de Oreintación Escolar: Santafé
de Bogotá: Secreayría de Educación, octubre de 1995 sp
DABAS, Elina Nora: Red de
Redes. México, Paidos, 1995
DECLARACIÓN
MUNDIAL SOBRE EDUCACIÓN PARA TODOS. En: Revista Apuntes Educativos N° 1
noviembre de 1990, la Paz Bolivia.
DÍAZ, Mario y MUÑOZ José A. Pedagogía
Discurso y Poder: Bogotá, editorial CORPRODIC, 1998
FECODE/CUT.
Educación en Derechos Humanos. En: Tribuna Pedagógica N° 5, 1988.
GANTIVA
SILVA, Jorge. Dakar: más de lo mismo. En: Revista Educación y Cultura N°
54. Bogotá DC, ceid/FECODE,
sept. 2000.
GARCÍA HUIDOBRO,
Juan E. El proyecto cultural Gramsciano: La reforma intelectual y moral.
Bogotá: Revista Ideas y Valores No. 55-56 U. Nacional de Colombia. 1978 pp
34-42
GRAMSCI,
Antonio. Antología. México: siglo XXI editores. 1970 p. 437
HATCH
y COSTAR. Actividades de orientación en la escuela primaria. 1974. Pp. 28,29.
LUCIO
A., Ricardo “La construcción del saber y del saber hacer”. En: Aportes
41. Dimensión Educativa, Santafé de Bogotá: 1994.
MAGENDZO
Abraham. “si
no los educadores quién, y si no es ahora cuando?. Biblioteca
Ideas. Colección de documentos. Instituto Internacional de Gobernabilidad. 2004
MAGENDZO
Abraham. Pedagogía crítica y Educación en Derechos humanos. Julio de 2002
MATURANA
Humberto. La democracia es una obra de Arte. Santafé de Bogotá: Cooperativa editorial Magisterio,
1994.p. 50
MATURANA,
Humberto. El Sentido de lo Humano. Santiago de Chile: Ed. Pedagógicas
Chilenas. 1992
MAX-NEEF, Manfred. Desarrollo
a Escala Humana. Santiago de
Chile, 1986
MAX-NEF, Manfred. Economía,
Humanismo y Neoliberalismo. En: Participación
popular: Retos del futuro. Santa Fe de Bogotá: ICFES- IEPRI- COLCIENCIAS.
1998 P. 74.
MCLAREN.
Peter. La vida en las escuelas. Una introducción a la pedagogía crítica en
los fundamentos de la educación. México: Siglo XXI editores, 1994
MIELES, Ernesto y PRADA,
Gladis. Necesidades o derechos: ¿Cómo medir la pobreza?. Universidad
Nacional de Colombia: Unperiódico N° 72. Bogotá DC, marzo 20 de 2005, p. 11.
MOCKUS,
Antanas y otros. Las Fronteras de la escuela . Bogotá: COLCIENCIAS -
Universidad Nacional de Colombia. 1.988
NACIONES
UNIDAS. Carta Internacional de los
Derechos Humanos. Nueva York, 1988. En: Consejería
Presidencial para la Defensa, Protección y Promoción de los Derechos Humanos.
Documentos de trabajo. sf
RODRÍGUEZ,
Abel y otros (2002). Veinte años del movimiento pedagógico 1982-2002. Entre
mitos y realidades. Bogotá: Cooperativa editorial magisterio/ Corporación
Tercer Milenio. También la revista Educación y Cultura, legado de esta acción
de los maestros y maestras de
Colombia.
SIERRA
MIGUESES, Flora Stella. Estudio comparativo sobre orientación y consejería
escolar en el sector oficial y privado de educación básica secundaria D.E. de
Bogotá. Bogotá: Universidad de la Sabana, 1985.
TOMASEVSKI,
Katerina. El Derecho a la Educación en
Colombia. En: Revista Educación y Cultura N° 65. Bogotá DC, Junio /
2004, .
UNESCO.
La educación encierra un tesoro. Informe de la Comisión Internacional
sobre la Educación para el siglo XXI, presidida por Jacques Delors. Madrid: Grupo Editorial
Santillana, 1996.
VARGAS
V. Alejo. Notas sobre el Estado y las
Políticas Públicas. Bogotá: Almudena
editores, 2001.
VARIOS La orientación
escolar: entre compositores e
intérpretes en la orquesta educativa. Bogotá DC: Compensar: Ponencia presentada en el
Seminario: La orientación escolar: Una necesidad relevante en Colombia.
Mayo 27 de 2004.
VASCO
MONTOYA, Eloisa. El saber pedagógico:
razón de ser de la pedagogía. En: Pedagogía, discurso y poder. Santa
Fe de Bogotá: CORPRODIC, 1990 p 123-146
VILLAR,
Pierre. “Enseñanza primaria y cultura popular en francia durante la tercera
república”. En: Bergón, Lovis, Niveles de cultura y grupos sociales. S.
XXI EDITORES, México, 1977, P. 227
ZULETA, Estanislao. Elogio
de la dificultad y otros ensayos. Fundación Estanislao Zuleta. 1994 p. 85
Notas bibliográficas.
DE
TEZANOS, Araceli (1984). ¿Por qué un
movimiento pedagógico?. En: Revista Educación y Cultura N° 1. Bogotá:
CEID-FECODE, julio de 1984, p. 20.
[1] CEDEÑO ANGEL,
Fulvia y HERNÁNDEZ GUEVARA, Nohema. Fortalecimiento Organizativo de la
Educación Especial en el Distrito capital. Programa de Oreintación Escolar: Santafé
de Bogotá: Secreayría de Educación, octubre de 1995 sp
[2] Tomado de: AZUERO
DE M. Beatriz y PUPO GOMEZ, Alfredo. Manual práctico para supervisores y
rectores de establecimientos. Bogotá : De. Colombia Nueva, 1982.
P.274.
[3] PUERTO RIVERA,
Rubén y GONZÁLEZ BLANCO, José Israel. Servicio social: metamorfosis de una
política. Del asistencialismo a una acción con sentido pedagógico. Santafé
de Bogotá DC: Secretaría de Educación de Bogotá DC, 1997.
[4] REIMERS, Fernando. ¿Tiene
Jomtien relevancia en América Latina?. Los ajustes a la educación cuando se
ajusta la economía. En: Ajuste Económico y Desarrollo Social: Complementariedad
o conflicto. Milán:EGEA, 1992, pp. 139-171
[5] MARTÍNEZ, María
Eugenia, LÓPEZ NIETO, Myriam y otras. Historia del Trabajo Social en
Colombia 1900-1975 p. 39 y 100
[6] MACÍAS GÓMEZ,
Edgar. La dinámica concreta del Trabajo Social. Campos de aplicación. En:
Hacia un trabajo social liberador. Buenos Aires, 1973, pp. 137-145.
[7]MINISTERIO
DE EDUCACIÓN NACIONAL. Ley 115,
febrero 8 1994 y Decreto 1860, agosto 3 de 1994.
[8]
MINISTERIO DE EDUCACIÓN NACIONAL. Decreto 1860., agosto 3 de 1994.
Capítulo 3, Art. 14 y siguientes.
[9] Ver: GONZÁLEZ
BLANCO, José Israel. El gobierno escolar: hacia una educación participativa.
Bogotá DC: UNAD, 1999.
[10]Consultar GONZÁLEZ
BLANCO, José Israel. Hacia una pedagogía de la educación de adultos con sentido
cultural. Bogotá DC: UNAD, 2000.
* GONZÁLEZ P. Gloria
E. Y GONZÁLEZ BLANCO, José Israel. Los cinco sentidos de una maestra a la
colombiana. En: Evaluación Nacional de Docentes. Santafé de Bogotá
DC: Cooperativa editorial magisterio, 1999, pp 127-136.
[11] GONZÁLEZ BLANCO,
José Israel el al. Guía del personero escolar. Santafé de Bogotá DC:
Secretaría de Educación de Bogotá DC, 1996.
[12] Consúltese GONZÁLEZ BLANCO, José Israel
y otros. Por el camino de la caracterización de la IED Nuevo Horizonte: un
viaje de maestros y estudiantes. Bogotá DC: IED Nuevo Horizonte, junio de
2003. Este es un completo informe realizado con el equipo de Orientación
Escolar donde se registran los hallazgos del Censo Comunitario realizado por
maestros y estudiantes de 9°, 1|° y 11 en 2250 hogares, 11.875 personas.
También contempla la caracterización física de tres instituciones escolares, la
caracterización de 1449 estudiantes con 64 items, la caracterización pedagógica
apoyada por la
Universidad Javeriana y la caracterización institucional
local. Todo este paqueta constituye el diagnóstico de la IED Nuevo horizonte,
para edificar el nuevo PEI, producto de la fusión de instituciones contenida en
la ley 715 de 2002.
[13] ANDER-EGG,
Ezequiel. El
Trabajo Social como Acción liberadora. Buenos Aires: Hvmanitas, 1989, p. 45.
[14] Sobre el particular se pueden consultar
DIÁZ, Mario y MUÑOZ José A. Pedagogía
Discurso y Poder: Bogotá, editorial CORPRODIC, 1998: NOT, Louis. Las Pedagogías del Conocimiento. Bogotá:
Fondo de Cultura Económica, 1994; DIAZ VILLA, Mario. El Campo Intelectual de la
Educación en Colombia, Cali, 1993; DE ZUBIRÍA S., Miguel
et al. Tratado de pedagogía Conceptual (varios
tomos), Santa Fe de Bogotá: Fundación Alberto Merani, 1995 y otros años; los
siete tomos de la
Misión Ciencia Educación y Desarrollo. Al lado de los libros
anteriores, consígase el juego de las revistas: Educación y Pedagogía, editada por la Universidad de
Antioquia; Revistas: Colombiana de
Educación, Folios y Pedagogía y Saberes, editadas por la UPN ; Revista Educación y Cultura, FECODE; Educación y Ciudad, editada por el IDEP,
Santa Fe de Bogotá; Nómadas,
COMPENSAR-U. Central; La palabra y
demás revistas que ha venido editando la UPTC , entre otras referencias bibliográficas.
* Pierre Bourdieu
define los campos de prácticas sociales como espacios estructurados de
posiciones, dentro de los cuales hay intereses específicos que estructuran
relaciones de fuerza entre los agentes o las instituciones comprometidas en el
campo. Aduce también que todo campo es histótico, se constituye históricamente
y us relaciones en su interior sufren constantes redefiniciones. BOURDIE,
Pierre. Sociología y cultura: México: Grijalbo, 1990.
[15] Para el profesor Ricardo Lucio[15]
“la pedagogía como saber teórico-práctico explícito sobre la educación, está
condicionada por la visión amplia o
estrecha que se tenga sobre educación y a su vez, por la visión que se asuma
del hombre como ser que crece en una sociedad·”
[16] PALACIOS Jesús. La cuestión Escolar, Barcelona, Editorial Laia, 984;
[17] FREIRE, Paulo. Cambio.
Bogotá: Editorial América Latina, 1984, p.16.
[18]
Zuluaga C, Olga Lucia. La Investigación histórica en
la pedagogía y en la didáctica. Medellín, universidad de
Antioquia. 1.993.
Previo a esta reunión hubo una serie de encuentros,
discusiones y acuerdos, entre los que destacamos: a) Enero 2005.
Reuniones previas cada semana. Se elaboraron y discutieron 3 documentos de los
cuales se sacó el documento que presentamos en la Segunda reunión de la Mesa.
b) Febrero:. Lunes 14: Segunda reunión de la Mesa. Participamos los 40
representantes de los orientadores, 3 miembros de la Junta ADE la Secretaría
Académica, Comunidad Educativa y el equipo Asesor de la SED Académica. Allí se
expone la propuesta que se elaboró colectivamente y se entrega a la SED un
documento también de autoría de los orientadores y orientadoras. Acuerdos:
comenzar la discusión en la Mesa con lo laboral centrado en 4 aspectos:
1) El número de estudiantes por orientador; 2) Nombramiento de más orientadores
y orientadoras; 3) La jornada laboral; 4) los traslados. Luego de lo laboral
nos ocuparemos en detalle de la acción profesional , y como tercer
momento la organización institucional, local y Distrital. Martes 15 Reunión de un grupo ad honoren para
diseñar la propuesta de un seminario,
para preparar los documentos y el abordaje de lo laboral. Viernes 18. Seminario de los
representantes de orientadores en ADE. Se hizo un trabajo en grupo, se amplió
la información respecto a los puntos arriba señalados y se eligió un Comité de
seis orientadores, quienes con los 10 integrantes de la Junta Directiva nos
reuniremos en la SED el lunes 21 a las
5 PM para discutir el punto laboral.
[19] Ver GARCÍA
HUIDOBRO, Juan E. El proyecto cultural Gramsciano: La reforma intelectual y
moral. Bogotá: Revista Ideas y Valores No. 55-56 U. Nacional de Colombia.
1978 pp 34-42
[20] GRAMSCI, Antonio.
Antología. México: siglo XXI editores. 1970 p. 437
[21] VILLAR, Pierre. “Enseñanza
primaria y cultura popular en francia durante la tercera república”. En:
Bergón, Lovis, Niveles de cultura y grupos sociales. S. XXI EDITORES,
México, 1977, P. 227
[22]
BARBERO, Jesús Martín. Heredando
el Futuro. Pensar la Educación desde la
Comunicación. Santa Fe de Bogotá: Revista NOMADAS N° 5, septiembre, 1996,
10-22
[23] VASCO MONTOYA, Eloisa. El saber pedagógico: razón de ser de la
pedagogía. En: Pedagogía, discurso y poder. Santa Fe de Bogotá:
CORPRODIC, 1990 p 123-146
[24] LUCIO A., Ricardo “La
construcción del saber y del saber hacer”. En: Aportes 41. Dimensión
Educativa, Santafé de Bogotá: 1994 p.
42.
[25] BERNSTEIN, Basil. Clasificación
y enmarcación del conocimiento educativo. Bogotá: Revista Colombiana de Educación Nº 15 CIUP.
1985 pp 45 ss
[26] MOCKUS, Antanas y
otros. Las Fronteras de la escuela . Bogotá: COLCIENCIAS - Universidad
Nacional de Colombia. 1.988
[27] ARENDT, Hannah. La Condición Humana. Barcelona:
Paidós. 1.993
[28] ZULETA, Estanislao.
Elogio de la dificultad y otros ensayos. Fundación Estanislao Zuleta. 1994 p. 85
[29] MATURANA, Humberto.
El Sentido de lo Humano. Santiago de Chile: Ediciones Pedagógicas Chilenas.
1992
[30] MATURANA Humberto. La democracia es una
obra de Arte. Santafé de Bogotá: Cooperativa editorial Magisterio,
1994.p. 50
[31] HATCH y COSTAR.
Actividades de orientación en la escuela primaria. 1974. Pp. 28,29.
[32] DECLARACIÓN MUNDIAL
SOBRE EDUCACIÓN PARA TODOS. En: Revista Apuntes Educativos N° 1 noviembre de
1990, la Paz Bolivia, pp 10-13.
[33] Citado por GANTIVA
SILVA, Jorge. Dakar: más de lo mismo. En: Revista Educación y Cultura N°
54. Bogotá DC, ceid/FECODE, septiembre
de 2000, p. 43.
[34] UNESCO. La
educación encierra un tesoro. Informe de la Comisión Internacional sobre la
Educación para el siglo XXI, presidida por
Jacques Delors. Madrid: Grupo Editorial Santillana, 1996.
* Merece especial atención recordar que por este tiempo
el magisterio colombiano incursionó en una acción política denominada Movimiento Pedagógico de la
cual se obtuvieron muchas enseñanzas, entre otras la capacidad organizativa e
impulsora de prácticas distintas a las impuestas por le MEN y los organismos
multilaterales. Ver RODRÍGUEZ, Abel y otros (2002). Veinte años del
movimiento pedagógico 1982-2002. Entre mitos y realidades. Bogotá:
Cooperativa editorial magisterio/ Corporación Tercer Milenio. También la
revista Educación y Cultura, legado de esta acción de los maestros y
maestras de Colombia.
[35] MAX-NEEF,
Manfred. Desarrollo
a Escala Humana. Santiago
de Chile, 1986
[36]MAX-NEF,
Manfred. Economía,
Humanismo y Neoliberalismo. En: Participación popular: Retos del futuro.
Santa Fe de Bogotá: ICFES- IEPRI- COLCIENCIAS. 1998 P. 74.
[37] MIELES, Ernesto y
PRADA, Gladis. Necesidades o derechos: ¿Cómo medir la pobreza?.
Universidad Nacional de Colombia: Unperiódico N° 72. Bogotá DC, marzo 20 de
2005, p. 11.
[38]MAGENDZO Abraham. “si
no los educadores quién, y si no es ahora cuando?. Biblioteca Ideas.
Colección de documentos. Instituto Internacional de Gobernabilidad. 2004
[39] MCLAREN. Peter. La
vida en las escuelas. Una introducción a la pedagogía crítica en los
fundamentos de la educación. México: Siglo XXI editores, 1994
[40]NACIONES UNIDAS. Carta Internacional de los Derechos Humanos.
Nueva York, 1988. En: Consejería
Presidencial para la Defensa, Protección y Promoción de los Derechos Humanos.
Documentos de trabajo. sf p. 6
[41] MAGENDZO Abraham.
Pedagogía crítica y Educación en Derechos humanos. Julio de 2002
[42] TOMASEVSKI,
Katerina. El Derecho a la Educación en
Colombia. En: Revista Educación y Cultura N° 65. Bogotá DC, Junio /
2004, p. 40 .
[43] FECODE/CUT. Educación
en Derechos Humanos. En: Tribuna Pedagógica N° 5, 1988.
[44] DÍAZ, Mario y MUÑOZ
José A. Pedagogía Discurso y Poder: Bogotá, editorial CORPRODIC, 1998
[45] ALCALDÍA MAYOR DE
BOGOTÁ DC. Quiéreme bien, quiéreme hoy. Política por la calidad de vida de
niños, niñas y adolescentes en Bogotá. Plan de Desarrollo Distrital
2004-2008. Bogotá sin indiferencia: un compromiso social contra la pobreza y
la exclusión.
* El trabajo de
investigación de Elina Nora Dabas: Red de Redes. La práctica de intervención en
redes sociales, es un referente sustantivo en nuestro quehacer organizativo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario